65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 119

Ha ensayado valorar una nacionalidad , su estatus , su familia y todo ello lo deja en un gran vacío . El ser humano está más allá de todo eso …
De alguna manera , cualquier cambio en una mente condicionada , sólo puede producir otro condicionamiento distinto y no una real transformación …
Inicia la larguísima travesía de regreso en los grandes navíos de madera . Repasaba los acontecimientos y el mundo se le aparecía como un sueño del Ser .
Y entre lo inmenso del mar y la calma de un tiempo infinito , tal vez percibió que de la misma manera que todo sueño se disuelve al despertar , el universo se disuelve en el Ser , cuando éste tiene el conocimiento verdadero de sí mismo . El barco lo trae finalmente a Guayaquil .
A la entrada del golfo , a lo lejos se oía el canto de las grandes ballenas que venían de los mares del norte .
En las últimas horas del ocaso parece que los pájaros van empujando la tarde , arrastrando entre sus alas , la larga cola azul del día .
Son las cinco y treinta y la tarde se va arrepentida soñando con volver a ser mediodía … La noche se va tatuando con las blancas velas de las naves de la orilla , sosteniendo en lo alto de los cielos la barca de la media luna .
En la ribera , junto a los grandes árboles , por un río de palabras los amantes van llegando hasta el estanque de los besos .
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