598 Merz en la Isla de Man, El pintor plano y redondo | Page 35
bajo de él, se schwitteriaba y estremecía. Y sus ojos y los dedos anhelaban poner a la reina de nuevo en su
lugar. Por lo tanto, pateó con sus pequeñas piernas en el aire para que pudiera avanzar un poco más rápidamente,
y se resbaló varias veces y cayó, porque hacía frío, y el aire estaba resbaladizo por el hielo.
De repente, al llegar a las partes divididas de la reina, el paje se infló
como un globo cogido por la mitad, y
estalló, estalló y cayó en dos pedazos.
El vestido bien ajustado con las piernas por un lado, y los ojos anhelantes
con los dedos por otro, y se quedó
cerca de su amada reina.
Ahora, sus piernas y sus dedos estaban
colocados en la posición adecuada cerca de la reina. Y así las piernas se
pusieron bajo los pechos enormes de la
reina, y los ojos anhelantes con los
largos dedos elegantes como cerillas
se pusieron en la parte superior de su
enorme falda y crecieron allí.
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