30 años de la masacre en Tiannamen Suplemento Tiannamen | Page 12
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Aunque el periódico británico «Sunday Express» dio la exclusiva de que se
llamaba Wang Weilin y era el hijo de 19 años de un obrero en una fábrica de Pekín,
los corresponsales de aquella época nunca se lo creyeron porque el periodista que
firmaba la noticia, Alfred Lee, la había escrito desde Londres citando tres fuentes que
nadie pudo cotejar. Cinco días después, el «Evening Standard» publicaba que había
sido ejecutado citando fuentes de la Inteligencia norteamericana. Pero su
corresponsal, John Passmore, reconoce que él no escribió esa crónica (que lleva su
nombre) en el magnífico documental «The Tank Man», emitido en 2006 por el
programa Frontline, de la PBS.
¿Ejecutaron al «Hombre del Tanque» o sobrevivió y sigue oculto? En 1990, en
una entrevista de la cadena estadounidense ABC, Barbara Walters le pregunta a
bocajarro por él al dirigente chino Jiang Zemin. Incómodo, entre titubeos, responde
que no sabe nada de su paradero y que cree que «no fue ejecutado». Una entrevista
así es imposible hoy con el presidente de China, Xi Jinping. Y, si se la concediera a
alguna televisión extranjera, las preguntas estarían pactadas y esa cuestión sería
vetada. Otro ejemplo más del retroceso que ha sufrido este país en un asunto tan
importante como la información, censurada hasta el punto de querer borrar la masacre
de Tiananmen de la Historia.
Amnesia en China
Soslayada por la Educación, que la despacha diciendo que los estudiantes fueron
manipulados por fuerzas extranjeras, la matanza no existe en los medios ni en
internet. En cualquier lugar del mundo, en la primera búsqueda en internet de
«Tiananmen» aparece la foto del «Hombre del tanque». En China, salen turistas
felices visitando la plaza y haciéndose fotos bajo el retrato de Mao, que cuelga en la
entrada a la Ciudad Prohibida. Con la amnesia que ha traído el crecimiento
económico, los jóvenes no tienen ni idea de lo que ocurrió hace 30 años. Recurrentes
entre las televisiones, son descorazonadores los reportajes que enseñan fotos del
«Hombre del tanque» a los universitarios y no aciertan a decir qué es.
«Hay demasiados cadáveres en el armario y es demasiado arriesgado y
desestabilizador. Lo mejor es el silencio y la ˝omertá˝, incluso aunque todos los
dirigentes del Partido Comunista piensen en Tiananmen», analiza para ABC Jean-
Pierre Cabestan, profesor de la Universidad Baptista de Hong Kong. Como bien
resume, «Tiananmen fue el principio del cuestionamiento, y eso es lo que Xi Jinping
quiere evitar».