3 Edición Revista El Guácharo 3 E - Revista Guácharo | Seite 5

decir en la mayoría, el colo- car gasolina puede llegar a ser un dolor de cabeza. En estos países la población dosifica el uso de sus automóviles para reducir gastos, por lo cual el uso del transporte público y otros medios de transporte son utilizados por un importante porcentaje de la población, desde el ejecutivo hasta el trabajador más humilde; situación que en nuestro país lamentablemente no ocurre. Pietri, se ha sabido “sembrar el petróleo”. El saber aprovechar las crisis para obtener los resultados deseados es una característica históri-ca de regímenes como el del Presidente Maduro; y parece ser la oportunidad perfecta para internacional- izar los precios de la gaso- lina, achacar culpas a sanciones impuestas por gobiernos foráneos y lavarse las manos como Poncio Pilatos. Recordemos los sucesos que condujeron medidas económicas similares tomadas por el difunto Presidente Carlos Andrés Pérez hace más de 30 años, buscando cambiar nuestra errada manera de pensar y el resurgimiento de nuestra economía. Sería insensato y poco humano desear sucesos semejantes a los de aquel nefasto “Caracazo”, sin embargo es importante tener en cuenta la situ- ación actual que atraviesa el país al momento de desenfundar nuestra única y legítima arma, el voto electoral. Asimismo, para que lo descrito anteriormente suceda, el gobierno de turno y posiblemente de la mano de capital privado, debe garantizar un sinfín de condi- ciones que todos nosotros debe-mos exigir, contribuir y respetar; condiciones que van desde seguridad, mantenimiento, plani- fi-cación e infraestructura hasta la concientización ciudadana para obtener su óptimo funciona-miento. Claro está que nada impuesto a la fuerza es idóneo, pero es probable que haya llegado el mo-mento de salir de la “burbuja” en la cual hemos vivido por gran parte de nuestra historia en cuanto al tema de la gasolina se refiere. Venezuela nos ha brindado, brinda y brindará siempre un amplio abanico de opor- tunidades donde todos podemos y debemos ser partícipes. La única condicio- nante ha sido, es y será siem- pre la sensatez con la que todos, desde gobernantes hasta ciudadanos de a pie, actuemos por el bienestar de nuestro país. En gran parte de los países del mundo, por no @heliortac