2 Generaciones Número 8 | Page 45

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jUAN COLÍN MÉXICO

Pero no crean que lo anterior sólo le sucede a las dependientes de tiendas de telas. No, también en algunas instituciones educativas de nivel superior se da el mismo fenómeno. Dígalo si no el hecho de que dando clases de contabilidad, cuando a algunos alumnos les decía que íbamos a contabilizar operaciones mercantiles pero con el impuesto al valor agregado del 15 %, siempre buscaban en sus mochilas para extraer sus calculadoras y poder calcular el importe de dicho impuesto. Claro, yo se los prohibía y les hacía calcular mentalmente el IVA sin recurrir a nada más que a su mente. Para mí era muy claro, si 15 % es igual a 10 % más 5 % les pedía que calcularán por ejemplo el 15 % de 18,980.00. Les indicaba que si trabajábamos en un sistema métrico decimal, por tal motivo descomponiendo el 15 % como antes mencioné, en 10 y 5 %. Entonces aplicábamos primero el 10 % de los $ 18,980 y nos daba $ 1,898.00 y como faltaba aún el 5 % pues a ésta última cantidad le dividamos entre dos. Entonces, otra vez los hacia descomponer los número para obtener la mitad de $ 1,898.00 que son $ 900.00 de los $ 1,800.00 y la mitad de $ 98.00 que son $ 49.00 teníamos. Entonces $ 1,898.00 más $ 900.00 más $49.00 nos daba como resultado $ 2,847.00 de IVA. Posteriormente obteníamos otros resultados de cantidades diferentes, sin usar la calculadora, ni escribir en alguna hoja, sino simplemente con la mente y al final para comprobar que lo habían hecho bien, entonces les dejaba usar la calculadora. ¡Deberían haberlos visto! Se ponían tan contentos de saber que podían hacer esas sencillas operaciones aritméticas sólo con su mente.

Si, ya se, ya se, soy un viejo atrasado, retardado, y retrógrada. ¿Porqué, como me puedo oponer a los avances tecnológicos? Pero ya ven, soy de una generación que a base de “arrastrar el lápiz” y poniendo su escasa inteligencia a trabajar, logró una licenciatura y sin computadoras que me facilitaran el trabajo. Y eso para mí es mucho.

Pero ya en serio. ¡Qué bueno que hay desarrollo tecnológico! Qué bueno que lo utilicen los alumnos y los profesionistas de las diversas carreras. Qué bueno que se les facilite el trabajo y puedan hacerlo más rápido. Qué bueno que pueda haber todavía más avances que aún ni soñamos. Sí, pero eso no debe “castrarnos” mentalmente para realizar actividades con nuestro propio cerebro.

Buscar el equilibrio entre la mente humana y el apoyo de la tecnología será lo recomendable. Hay que estar pendiente sobre todo de los niños y jóvenes de nuestro tiempo. Enseñarlos que además de los celulares, computadoras y demás aparatos de comunicación social, hay una capacidad interior en cada uno para desarrollarla en función de los retos de la vida y de los demás. Bueno, eso creo yo,

¿Y usted?

Juan Colín Salazar