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Los villanos, esos asesinos de milagros…
Como en todo cuento tenemos héroes y villanos, y como siempre los villanos de los que hablamos son aquellos que se esconden donde no se nos ocurriría buscar… en nosotros mismos.
Imagínate dentro de uno de esos cuentos, estás buscando magia, verdadera magia…
Deseas verdaderamente vencer al dragón para alcanzar tu tan deseada plenitud. Este dragón es lo único que te separa de tu deseado anhelo y tiene muchas cabezas, tú tratas de avanzar y te ataca con una cabeza, y luego con otra, tú te defiendes, la cabeza que utiliza tiene que ver con tus debilidades, es como el espantapájaros en la película de Batman que utiliza tus peores miedos, o como el asesino condenado a muerte de The Green Mile, que utiliza el propio amor de unos por otros para lastimarlos. Algunos de los nombres de estas cabezas son, miedo, la duda, la necesidad de control, pensar sólo en el bienestar propio, desesperanza, la tristeza, ansiedad, visión limitada, separatividad, confusión, el pensar que las cosas siempre serán como son, y muchos otros monstruos de la misma calaña. Estos villanos se esconden, se disfrazan, evitando que podamos actuar y sentir con certeza.
El tamaño del milagro (la luz, gracia y plenitud manifiesta) depende de la fluidez del canal que lo manifiesta, de la o las personas que participan de él, por eso es que cuando el “ego” (esa combinación de negatividades en nosotros) desaparece, aparecen los milagros. En otras palabras la mariposa no lo era, hasta que la oruga se transformó.
¿Y TÚ?
¿ESTÁS BUSCANDO UN MILAGRO?