Tania Fragoso - Ideologías
La acepción de “ideología”, hoy en día se ha distorsionado en un sin número de conceptos y pretextos para persistir en necedades sin sentido, ¿Cuántas veces hemos oído historias escabrosas, acciones faltas de humanidad, en las que los autores manifiestan que sus convicciones religiosas, políticas, filosóficas, fueron el medio incitante a ejecutar dichas acciones reprobables?
Vayamos un poco al fondo de esta cuestión. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la lengua española se define como ideología:
“(Del gr. , idea, y -logía).
1. f. Doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las ideas.
2. f. Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc.”
Partiendo de ese punto me han surgido las siguientes dudas: ¿Qué ideas son válidas? ¿Qué convicciones son contundentes o hasta cierto punto, defendibles? En el Estado de Derecho se establece el principio general que reza: “la libertad de un individuo termina en donde empieza la libertad de alguien más”.
En base a lo anterior, es importante delimitar y reconocer los derechos de las personas que nos rodean, respetarnos como seres humanos. Crear en nosotros los valores necesarios para después poder enseñarlos y transmitirlos a las nuevas generaciones para no dejar inconclusa la cadena, e impedir que la energía negativa y falta de causalidad, permita que las conciencias se pierdan, y por ende el desarrollo de la humanidad siga avanzando en la linea del tiempo retroactivamente.
Las cosas importantes dejaron de interesar, para darle paso a la tecnología, al capitalismo, al egoísmo y abstracción personal. El propio ecosistema nos exige respuestas… Los infantes requieren disciplina y, hoy en día, parece que nadie queremos escuchar. Pensamos que es más sencillo permanecer frente al televisor, recluidos en bares, en un limbo existencial.
Ante esa pasividad, ahora es urgente el rescate de la humanidad, y lo que tal concepto conlleva: la unión de la familia -como unidad mínima de la estructura social- la defensa de la justicia, la ayuda desinteresada y el respeto por los demás; la adquisición de esa conciencia es crucial.
Por algún motivo tenemos la facultad biológica del habla, lo que nos distingue de las demás especies. Es lo que ayudó al ser humano a expandirse y crear instituciones, mismas que hoy en día parecen no tener valor; considero entonces, que si hemos retrocedido en la línea del tiempo, nulificando la ideología de “humanidad”, es momento de recuperar el orden social, a través de la comunicación efectiva que nos ofrece el lenguaje, la trasmisión de valores a las generaciones, de padre a hijo, de voz en voz; nuestras raíces, nuestras tradiciones.
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