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Revista Amarantos, primavera de 2012 Página 19 los caminos: hay muchos, huellas, rutas para vehículos, que están mal diseñados. Entonces en el invierno, cuando hay empozamientos de agua, hacen una zanja a la orilla del camino y la tiran hacia la cuenca”. Los resultados se lograron mediante la instalación de registradores de escorrentía (relación entre caudal y precipitación anual) y colectores de sedimentos en suspensión; y científicamente, su validez permite proyectarlos a mayor escala, a sectores geográficamente más amplios. Como también, extrapolarlos a otros lugares, ya que existe una historia agrícola similar a nivel regional. Respaldo En otro estudio (“Servicios ecosistémicos de los bosques nativos en Chile: estado del arte y desafíos”), a cargo de Antonio Lara y Rocío Urrutia, del Instituto de Silvicultura (Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral), se señala que “las cuencas cubiertas mayoritariamente por bosque nativo de segundo crecimiento (renovales) producen significativamente más agua que cuencas cubiertas por plantaciones de especies exóticas, en especial en verano. Por otra parte, estudios sobre el manejo de renovales indican que es posible realizar intervenciones para la producción simultánea de madera y agua, un hallazgo relevante en términos de futuras recomendaciones para producir servicios ecosistémicos en bosques manejados”. Respecto a estos resultados, el también presidente de la Fundación Forecos, Antonio Lara, manifiesta que “los caudales y la producción de agua están correlacionados con el porcentaje de bosque nativo que cubre las cuencas”. Comités de Agua Potable Rural El acceso al agua potable en los sectores rurales se resuelve a través de los comités de Agua Potable Rural (APR). El trabajo empieza entre los vecinos, quienes solicitan al Ministerio de Obras Públicas (Mop), a través de la Dirección de Obras Hidráulicas (Doh), la necesidad de contar con un sistema de agua potable. Posteriormente, la Doh analiza el número de inscritos, las características del sector y la posibilidad de contar con un APR, ya que el proyecto debe ser rentable socialmente. Es así como de mar a cordillera, entre la comuna de Lanco por el norte; Río Bueno, Lago Ranco y La Unión por el sur de la región de Los Ríos, los comités de APR juegan un rol fundamental en el asesoramiento y la creación de una “conciencia ambiental” entre los propietarios de predios con cuencas y microcuencas. Es el primer paso para mejorar el agua en cantidad y calidad. Es lo que ocurre hoy con Huellelhue, San Ignacio, Curiñanco, La Aguada, AmargosSan Carlos, El Yeco, Mehuín, Máfil, Ignacio, Pufudi, Missisippi, Punucapa, Huape, NieblaLos Molinos, isla Mancera, Tres Espinos, Calcurrupe, Las Gaviotas, Pichirropulli, Neltume, Coñaripe, Ignao o Llifén. En la región de Los Ríos existen 71 comités de Agua Potable Rural, de los cuales 46 son de la provincia de Valdivia, con 40.379 beneficiarios, mientras que en la provincia del Ranco hay 25 comités, con 12.361 personas. En total, son 52.740 beneficiarios. Además, según la secretaria regional ministerial de Obras Públicas, Heidi Machmar, están en ejecución otros seis proyectos en Chauquén (Panguipulli); Mashue y Huillinco, (La Unión); El Salto (Los Lagos); Pellinada Grande y Las 500 (entre Los Lagos y Futrono); y Nontuelá Alto (Futrono). El Trabajo “Hay muchos propietarios que tienen internalizada la conservación del bosque nativo y protegen las pequeñas cuencas que nacen en la Cordillera de la Costa”, asegura Carlos Oyarzún y en el caso de Curiñanco, señala que “para ellos, es clave saber qué están haciendo los propietarios arriba, para tener en Curiñanco agua potable en cantidad y calidad durante todo el año. Es clave que los propietarios que viven cerro arriba, conserven sus bosques”. Agrega que “es necesario recuperar la vegetación nativa que quedaba al borde de los esteros, porque atrapa los sedimentos que vienen de las laderas y así favorece la calidad del agua”. Urge hacer mejoramientos, como son las zanjas de filtración, ya que son terrenos pisoteados por muchos años y están compactados. Por lo tanto, el agua de la lluvia en invierno se va rápidamente y en verano los suelos no tienen reservas. Los efectos de la escasez se notan en diferentes momentos, con perjuicios para la vida normal de los residentes y los visitantes; y también implican una pérdida para el sector turístico y comercial de las familias de la costa, que así generan ingresos que les ayudan a sobrevivir. Un ejemplo de la importancia del agua potable rural fue lo ocurrido con el Encuentro Costumbrista de Niebla, que reúne a 86 comerciantes de la costa y sus familias. El pasado 18 de enero y a consecuencia de las altas temperaturas producidas en la zona, en una inspección de la Secretaría Regional Ministerial de Salud se detectó la ausencia de agua potable en los estanques del comité que provee a Niebla. En plena temporada