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Esta obra se estructura en un prólogo, y dos partes, la primera de ellas se prolonga hasta el acto XIV, y la segunda, desde el acto XV hasta el XXI.

En el prólogo encontramos la escena inicial de la obra, en la cual, Calisto penetra casualmente el huerto de Melibea, de la cual, fascinado por su hermosura, se enamora locamente y a la cual, este le declara su amor no correspondido al percatarse de que las intenciones de Calisto son deshonestas.

La primera parte narra cómo Calisto, precisa de la ayuda de Celestina para poder conseguir el afecto de Melibea. Celestina, movida por la codicia, decide ayudarle y actuar, y para ello cuenta con la ayuda del criado de Calisto, Sempronio, el cual se muestra fiel a su señor y al cual su lealtad le impide colaborar con esta. Celestina se encuentra con una serie de obstáculos como la resistencia de Pármeno, el segundo criado de Calisto y la actitud esquiva de Melibea.

Melibea, la cual ha disimulado su atracción hacia Calisto, teme transgredir unas normas sociales las cuales le han sido inculcadas desde pequeña. La vieja hechicera con ayuda de la magia aprovecha para doblegar la resistencia de la joven, pero Celestina muera a causa de la codicia puesto que se niega a compartir obtenida por su ayuda con los criados de Calisto y estos la asesinan. Mientras tanto, los dos jóvenes, ajenos a toda clase de actos externos a su amor, se entregan desenfrenadamente al goce de su pasión.

En la segunda parte, afectadas por la muerte de los sirvientes y de Celestina, las dos criadas de Calisto, idean un plan contra Melibea y encomiendan a Centurio la ejecución de este. Calisto, al oír ruidos, va apresuradamente a socorrer a sus criados, pero desafortunadamente al bajar por la escalera, tropieza y cae al vacío, no dejando más que su cuerpo sin vida. Melibea, desesperado tras conocer la tragedia, se suicida.

ayuda con los criados de Calisto y estos la asesinan. Mientras tanto, los dos jóvenes, ajenos a toda clase de actos externos a su amor, se entregan desenfrenadamente al goce de su pasión.

En la segunda parte, afectadas por la muerte de los sirvientes y de Celestina, las dos criadas de Calisto, idean un plan contra Melibea y encomiendan a Centurio la ejecución de este. Calisto, al oír ruidos, va apresuradamente a socorrer a sus criados, pero desafortunadamente al bajar por la escalera, tropieza y cae al vacío, no dejando más que su cuerpo sin vida. Melibea, desesperado tras conocer la tragedia, se suicida.