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FIGHTING BASQUES

Pero en este artículo no incidiremos en lo fundamental de un relato que, basado en fuentes primarias, ya fue publicado en la obra citada, sino en las informaciones con las que no se pudo contar en aquel momento y que han sido ahora recopiladas, como aquellas, por la Asociación Sancho de Beurko.

Tras el estallido de la Guerra Civil, Elosu, situado en el norte de Araba/Álava, quedó en la tierra de nadie en un momento en que el frente no estaba aún estabilizado y eran habituales las incursiones de un bando u otro para requisar alimentos, como sucedió el día 1 de septiembre de 1936, cuando los milicianos gubernamentales obligaron a sus vecinos a acarrear 70 fanegas de trigo hasta la cercana Ollerías. En aquella coyuntura la presión sobre ellos no podía sino ir en aumento y se vieron pronto cuestionados en un momento en que ambos bandos en conflicto recababan informaciones de pastores y baserritarras, lo que fue aprovechado por un hombre a quien todos conocían como El Buey —que se había ganado como espía las simpatías del comandante del batallón comunista Perezagua y jefe de las fuerzas gubernamentales situadas en Ubidea, Julián Texeira- para saldar cuentas pendientes con sus convecinos, con los que había mantenido una violenta trifulca antes de la guerra, llegando el incidente al límite de arrancar la oreja de uno de ellos, siendo detenido y encarcelado por aquellos hechos.

Al atardecer del 20 de octubre de 1936 una partida de milicianos del Perezagua bajo el mando de Texeira, a quien acompañaba El Buey, saquearon Elosu y se llevaron con ellos a 17 vecinos, a quienes asesinaron en la madrugada del día siguiente sin miramientos (3). El pueblo quedaría tan traumatizado por aquella atrocidad que, muchos años después, cuando Aguirregabiria y Tabernilla quisieron recabar algún testimonio les fue prácticamente imposible, aunque la documentación consultada en el Archivo Histórico Nacional —donde por aquel entonces se encontraban los materiales generados por la llamada Causa General- no dejaba lugar a dudas, si bien quedaba por constatar algún testimonio procedente del batallón Perezagua que determinase de modo concluyente la autoría de aquellos milicianos comunistas procedentes de la Zona Minera de Bizkaia en aquellos hechos.