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De alguna manera, la parte más brutal de las consecuencias civiles en Alemania inició tras la batalla de Marne del 5-9 de Septiembre de 1914. El resultado de esta batalla fue que Alemania quedó atrincherada por todo el frente occidental, afectando las tierras de pequeños agricultores. Aparte, Inglaterra y Francia acuerdan en generar un bloqueo económico cerca a los meses de octubre y noviembre.

A estas alturas, la lucha económica ya no se trataba de competir por bases militares, sino de aislar al enemigo del comercio internacional, lo cual prevendría la obtención de abastecimientos necesarios, ya fueran de alimentos, municiones, entre otros. Por lo tanto, la guerra y el bloqueo económico se hizo cada vez más intenso por parte de los aliados. El bloqueo británico tuvo un efecto devastador en Alemania, causando una gran escasez de comida y contribuyendo en última instancia a la derrota del país. El promedio de calorías diarias consumidas por los civiles adultos cayeron de aproximadamente 1.500 en 1915 hasta por debajo de 1.000 para el invierno de 1916-1917.

A consecuencia del bloqueo económico, era sustancial que esta potencia supiera administrar y fuera capaz de enfrentarse a este problema correctamente, para evitar que el país se estancara económicamente y la población civil no se viera afectada gravemente. Sin embargo, esto no fue lo que pasó en Alemania. Desgraciadamente, este país fue uno de los peores en el manejo de la racionalización y el buen manejo de los recursos, a diferencia de Inglaterra, que fue muy hábil cuando padeció su bloqueo económico. Esto trajo muchas consecuencias devastadoras que afectarían profundamente los civiles.

Por un lado, por el simple hecho de que la economía se redirección hacia la industria armamentista, otros sectores como la agricultura pasaron a segundo plano, por lo que muchos granjeros y agricultores tuvieron que incorporarse en las tropas. Esto significó una gran disminución en la producción de alimentos, por lo que cada vez había menos comida en las ciudades. También es importante tener en cuenta que por el bloqueo era muy duro importar bienes porque el mercado de las potencias centrales estaba muy limitado. Consecuentemente, lo que sucedió fue que el gobierno se vio forzado a crear oficinas a cargo del racionamiento o aprovisionamiento para distribuir la mano de obra entre civiles y la comida en las ciudades. Fue entonces que aparecieron las cartillas de racionamiento en el Reich Alemán.

Sin embargo, el peor de los momentos, en otras palabras, la crisis máxima que sufrió Alemania se vino al final de la guerra (entre 1917 y 1918), cuando E.E.U.U bloqueó casi por completo el acceso comercial de los imperios, no había comida en las ciudades ni recursos y la inflación era muy elevada. Para este tiempo la guerra había acabado con tantos soldados como civiles haciendo que la producción de trigo se redujera a la mitad de lo que se producía en 1913.

ALEMANIA

Batalla de Marne