ιστορία 7
LA ERA DEL SILENCIO: LA LECTURA SILENCIOSA
CON LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO, LA LECTURA PASÓ DE SER EN VOZ ALTA A LA LECTURA SILENCIOSA EN LA EDAD MEDIA.
La Edad Media estuvo marcada por la predominancia de la Iglesia Católica. Asuntos como la educación, la política y la religión eran manejados de manera directa por la autoridad eclesiástica. Como resultado de esta, la cultura clásica, heredada de Roma y de Grecia, fue sustituida por el teocentrismo cristiano. Era la Iglesia quien dictaba qué debía ser enseñado y de qué manera. De igual forma, la Iglesia daba pautas para la vida espiritual, y, como resultado de esto, se difundió la lectura silenciosa.
Esta práctica era usada especialmente por los monjes católicos, pues era un medio para practicar su vida espiritual. Ya que se afirmaba que la lectura en silencio no distraía, esta fue ligada a la meditación. Fue así que la regla de San Benito, la lectura para sí mismo con el fin de no molestar al otro, se impuso.
A pesar del gran uso de la lectura silenciosa, la lectura en voz alta no fue totalmente abandonada, pues esta era aún puesta en práctica en espacios litúrgicos, en el aprendizaje y por los trovadores y juglares.
Durante esta época, la mayoría de los libros que se escribían eran de temas religiosos avalados por la Iglesia. Estos eran considerados instrumentos de salvación, pues eran una manera de conocer la Palabra de Dios y de aprender acerca del dogma de la Iglesia Católica.
Al incentivarse la lectura silenciosa, se favoreció la composición autógrafa, pues el lector tuvo mayores oportunidades de tener su propia interpretación del texto y expresar sus opiniones y sentimientos. Esto generó malestar en sectores conservadores, pues el hecho de que el autor pudiera dar su propia interpretación podría representar una posible amenaza al dogma católico.
La lectura silenciosa es una práctica que aún es vigente en nuestros días, siendo una herencia de la Edad Media. La cultura del silencio en lugares como bibliotecas y lugares de lectura tuvo su origen con fines religiosos, pero hoy esta connotación religiosa ha sido desligada de la práctica.