Árbol de Sombra Árbol de sombra | Page 50

El celador perplejo Viejo anhelo de macerar resinas donde dormitan cosmos. Laudos de la memoria que olvida el paso furtivo de los astros y enloquece a diario con los fuegos que detonan en el patio. III Mientras Dios que asume en silencio sus misterios (el estruendo es un rumor en la hojarasca) y el bosque añade resinas al ciclo de tus anillos, el fuego acusa en la noche tu presencia. ¿Cómo no ceder ante las celadas si la pizarra de neón oscurece las palmeras, si las sombras redimen ramas de fuego en las baldosas del parque, astros en el hollín de los cines, antorchas en las columnas de los puentes? El celador perplejo redime sus ansias de infinito en las cáscaras de un árbol consumido. El bosque anuda sus anillos.