Moradores del alba
y se abisma la muerte.
Los líquenes procuran la savia
y ensanchan los brotes de la vida,
son más largas las noches y los días
donde no se ausenta la vida,
a pesar de la presencia intangible de la muerte.
Moradores del alba
iniciaron rituales
alrededor de tus brozas.
Antorchas, danzas, cantos,
rasgaduras en tus cortezas
con trazos de asombro, rabia, miedo,
asistieron a antiguos ritos
ante árboles de fuego.
V
Las raíces en la tierra,
la tierra en tus fibras,
el agua en tus savias,
el aire en tus hojas,
el fuego a ras de tu piel,
los anillos de luz,
y el ramaje hacia el cielo,
son los cauces del antiguo ritual
que hoy entre asfaltos, smog,
microchip y viajes virtuales,
solicitamos en las avenidas y edificios,
donde a duras penas crecen
viejos apamates sepultados en el polvo
(los parques y jardines