ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 6 | Page 81

81 cliente joven. Ambos objetivos son una meta que empieza por la etiqueta. Como bien comenta Jordi “mi visión es muy exterior, no va mas allá de un ilustrador gráfico, pero claro, te fijabas antiguamente en las etiquetas, y veías: la casa del mar, la casa antigua, e l castillo, imitación de grabado… El mensaje era: todos estos vinos saben igual. Son para comer un jabalí y estar digiriendo hasta las siete de la tarde (se ríe). Entonces el mero hecho de cambiar la etiqueta, también indica un cambio de rumbo, de sabores, más que la búsqueda de la gente joven, o cierto público, es una regeneración de gustos y eso en casa se nota y se agradece.” Esto mismo es lo que comparte Quim, ya que para ellos no todo queda en la etiqueta.“Un vino con una etiqueta divertida, un nombre bonito, puede venderse durante una, dos o tres cosechas. Pero no sostenerse durante el tiempo, nosotros no buscamos eso. Al final el peso del vino viene dado por su contenido, que será el que dará esa vida y continuidad.” Como comentábamos antes, Jordi, como diseñador e ilustrador, es totalmente ajeno al circuito vinícola, de ahí su sorpresa a que llamaran a su puerta.“Me sorprendió pero relativamente porque ya conocía a alguien que había “CAMBIAR LA ETIQUETA INDICA UN CAMBIO DE RUMBO, DE SABORES, UNA REGENERACIÓN DE GUSTOS, Y ESO SE NOTA Y SE AGRADECE”