ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 6 | Page 126

Pero los historiadores necesitamos puntos de inflexión, momentos que marquen, aunque sea simbólicamente, el inicio de un cambio. Y Belcanto bien puede representar ese momento. Cuatro años después de su apertura, con dos estrellas Michelin junto a la puerta, Belcanto es el único restaurante de la ciudad en ostentar ese reconocimiento y Avillez el único cocinero portugués, si no me fallan los datos, en haberlas conseguido. Aun así, cuando llego al restaurante por primera vez lo hago con curiosidad, porque con estas cosas nunca sabes cuánto tienen que ver con el trabajo del restaurante y cuánto de campaña de marketing. Lo que encuentro es una cocina que me convence y un proyecto que se monta alrededor de ella sin estridencias. Es cierto que la cocina de Avillez no es efectista, no tiene ese punto de innovación-provocación que a veces encontramos en restaurantes equivalentes en Espa- ña. Pero es deslumbrante, sin embargo, por su regularidad. Es una cocina redonda, sin aristas, sabrosa y delicada, contenida, discreta (en el sentido más elegante del término). Y sobre todo constante. Me temo que tengo que explicar lo anterior. Muchas veces, cuando uno visita restaurantes en el extremo más creativo del espectro, se encuentra con platos impactantes, con momentos de absoluta brillantez, innovadores, completamente nuevos en el medio de un menú que al mismo tiempo puede tener momentos menos excitantes, siempre dentro de un nivel alto, pero con un perfil más de sierra, con picos y valles. En Belcanto la sensación es otra, es más lineal, más continua, pero también dentro de