ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 3 | Page 42

OPINIÓN EDITORIAL A Espíritu punk quí todos tenemos una opinión para cada cosa. Y eso está bien. No vamos a ser nosotros los que se opongan a la sacrosanta libertad de expresión. Ni hablar. Pero las libertades, todas, deben ser ejercidas con responsabilidad. Y el problema es mayúsculo cuando se abandona el espíritu punk y el sentido crítico se desvanece entre un océano de palmeros, críticos gastronómicos que no critican y de legiones de bloggers hambrientos de que les inviten a cambio de un plato de lentejas de quinta gama, calentadas por un cocinero que se llama microondas y de un post con tres fotos. ¡Qué más da! Muchos de ellos ni se enterarán de que los engañan o, en el colmo de la desfachatez, preferirán la derrota de la audiencia a la gloria de la honradez. Sí, claro, de todo hay a un lado y otro de la trinchera, pero, sinceramente, esperemos que algún día se acabe toda esta bazofia de las cuchipandis non-stop a las que todo les parece estupendo (fundamentalmente si es gratis) y alguien vuelva a hablar de gastronomía, esperemos. No de reuniones majísimas de gente divertidísima comiendo cosas dudosas. De gastronomía, por favor: de historia, de técnicas (escribiendo bien el nombre de las mismas ya sería para morirse de gusto ), de opiniones, de productos de verdad, de tradiciones. De cocina y cocineros. Y no necesariamente de los más sonrientes y los que hacen más “Me gusta”. De cocineros, pensando en lo qué cocinan, aunque no sean los más activos en redes o tengan un programa en televisión o sean los más simpaticones o con el mejor six-pack. Porque opinar sobre algo no es decir que sí a todo. Opinar sobre algo es tener argumentos para decir que sí o para decir que no. Es haber comido mucho y haber leído más, es saber decir por qué te gusta algo, qué tiene de especial en su contexto, qué aporta o qué deja de aportar. Es haberle metido muchas horas y muchos kilómetros. No todo puede ser tan estup