ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 3 | Page 19

19 los cocineros más venerados de la gastronomía asturiana. Él recuperó y adaptó la receta del cachopo. Lo que te servían en la mesa pesaba 1,5 kilogramos, estaba relleno de jamón serrano, jamón de York, queso y espárragos, y acompañado de una salsa a base de caldo de pollo y conejo. Dicen quienes probaron aquella vianda, que era espectacular. Poco tardó en hacerse conocido por su EN 1971, EN EL LIBRO PLATOS TÍPICOS DE ASTURIAS SE INCLUYE UNA RECETA DE CACHOPO tamaño. Y fue así como se introdujo el cachopo en la restauración contemporánea. La comparación queda servida en bandeja: en el Pelayo comenzó la reconquista de las cocinas asturianas. Pedro Morán, cocinero de Casa Gerardo y presidente de la Asociación Fomento de la Cocina Asturiana, asegura que su restaurante comenzó a ofrecer cachopo en 1975 “relleno de jamón y queso, y de un tamaño grande, para compartir”. Ya en los años setenta el plato dejó de ser de ración individual. Y además era una propuesta de alta categoría, lo podemos comprobar mirando las cartas de la época, donde costaba lo mismo comerse un cachopo que el mejor de los pescados. Y el plato empieza a hacerse popular, a aparecer en libros de cocina. En 1971 María Luisa García publica Platos típicos de Asturias, e incluye una receta del cachopo, con los filetes “muy finos y alargados” y rellenos de jamón, espárragos, champiñones y pimiento morrón. Sin queso. Unos años después, en 1981, Magdalena Alperi menciona en la Guía de la cocina asturianaal cachopo: “Es un plato muy popular en Asturias desde hace algunos años. Se comenzó a servir en el popular restaurante ovetense Pelayo, tomando ya carta de naturaleza en Oviedo y otros lugares de Asturias”. Son unos años en los que el cachopo sigue presente en la gastronomía asturiana, pero sin destacar. Hay pequeños booms como el que describe Pedro Suárez, el dueño de Casa Pedro, que lleva abierto 29 años en Oviedo. “A finales de los noventa empezó a ir un poco mal el negocio y se me ocurrió cocinar el cacho