ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 3 | Page 51
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o las vieron con disgusto; o disfrutarlas si fueron gloriosas, dichosas o les fueron
apetecibles. A esas épocas se las califica habitualmente como revolucionarias.
La cocina española de vanguardia liderada por Adriá/El Bulli ha creado de nuevo en absoluta libertad la cocina: cocina recreación. Al estilo del desenganche
picassiano, ha sido la más grande revolución en la historia de la Gastronomía.
Sin duda. Impepinablemente. Un pantagruélico salto en el tiempo. Quita el hipo
echar la vista atrás y repasar el menú servido, ¡menudo atracón!:Subvertir el anciano régimen de la cocina afrancesada; liberarse de toda atadura mental, física
y química; atiborrarse de creatividad, imaginación y fantastícismo; dar paso a la
librecocinación; dignificar la cocinería; poner orden y concierto en la restauración;compartir la información y abrir el apetito a toda cultura gastronómica y/a
todo producto; captar el gusto, la vista y el oído de toda persona humanamente
sensible, curiosa o culta; avanzar en la ciencia culinaria y la investigación; hacer
escuela y universidad; inventar toda una cacharrería e industrializarla; mejorar
la salud y la nutrición; saltar a las redes sociales; atraer la atención de los medios
y la mirada del mundo.Y además ser felices.
Pero por autodefinición, ninguna revolución es eterna, nacen, todas, con fecha
de caducidad; cambian el status quo, pasan y quedan. Tras la retirada de su líder
ahora queda definir su futuro, ser alimentada por sus jefes de partida y evitar
ser engullida por la carga de profundidad dejada por la ausencia del mito en vida
cuya biografía de gran hombre (Carlyle) ha conferido sentido a esta historia de la
gastronomía reciente.
En todo caso haberse partido valientemente el pecho por esta revolución, romper con lo establecido sin poner reparos, con ilusión y alegría, con generosidad
y camaradería, luchar y vencer, ha sido una heroicidad y un triunfo, una inyección de juventud y moral en vena. Haber estado inmerso en ella, haberla sentido
y gozado, ha sido emocionante. Una experiencia vital extraordinaria y vivificante, revitalizante, que ha merecido la pena haber vivido, que te hace sentir vivo:
¡vida a raudales!.Una Cocina feliz y total. Un gustazo, un disfrute,