ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 2 | Page 183
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Mal situados, con manteles y servilletas
de papel y de sus paredes suelen colgar
objetos de lo más bizarro
JOSE CABELLO
H
ace unos cuantos año, mi tío Santos,
personaje excepcional, que nos dejó recientemente y al que dedico este
reportaje, me descubrió Casa Pirri, una marisquería del popular, y madrileño, barrio de
Carabanchel con un producto excepcional,
pero también me enseñó lo verdaderamente
importante en un restaurante… y en el caso
de una marisquería, es obvio.
Es cierto que estos locales suelen estar mal
situados, su diseño nada tiene que ver con los
locales de moda, los manteles y servilletas
son de papel, de sus paredes cuelgan, a veces,
objetos de lo más bizarro, pero precisamente
por todo esto, me encantan. Por su peculiar
y personalísimo ambiente, pero, sobre todo,
por la calidad que ofrecen que, además, suele
ir acompañada de precios razonables.
En Málaga se repite la historia y fuera de los
circuitos habituales, encontramos auténticas
joyas ocultas para los visitantes, pero también para los malagueños menos audaces,
que limitan su zona de ocio gastronómico al
centro de la ciudad y poco más. Un ecosistema superpoblado, con una competencia feroz, muy centrada en el precio y poco en la
calidad y, además, muy predecible.
En los barrios es otra historia y podemos
encontrar negocios con decenas de años de
historia que hacen la guerra por su cuenta.
Fanáticos que buscan cada día el producto
más fresco a través de sus redes de informadores en puertos, mercados, lonjas o incluso
en los propios barcos de pescadores… ¡Una