ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 2 | Page 112
FICCIÓN JORDI LUQUE SANZ
pensaba yo, clonada hasta la saciedad: neotabernas de croqueta, callo y ensaladilla rusa.
Vermut y cerveza artesana. Arroces paupérrimos. Hamburguesas tremendamente caras
y complejas. A lo lejos, los restos destelleantes de la vanguardia, como la cola de un cometa que se aleja.
Merece un aparte la comida, por ejemplo,
que sirven en el mismo AVE o en el ARS de
la Estació de Sants. Un asco.
…
Me preguntaba cómo se tomarían mis palabras los asistentes a la entrega de premios
aquella noche si enfocaba mi discurso de
agradecimiento en ese sentido.
Mal, sin duda.
Esperaban de mí grandes alabanzas, una
gran arenga. Como si fuera yo el Leónidas
que tuviera que liderar la resistencia nacional
ante el avance de nórdicos, latinoamericanos,
asiáticos… Me vino a la cabeza, de nuevo, algo
de Monterroso. No sé por qué andaba yo ob-
sesionado con el escritor guatemalteco esos
días, quizá por un texto que debía entregar.
Sea como sea, me vino a la cabeza un microcuento titulado La mosca que soñaba que era
un águila, una fábula brevísima en la que una
mosca que deseaba ser un águila sentía una
angustia metafísica cuando soñaba que lo era
porque sus enormes garras y el pesado pico,
todo su gigantesco cuerpo, le impedía “posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las
inmundicias humanas, así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su
cuarto”. ¿Mi punto de vista sobre la gastronomía española era que sufría los mismos delirios de grandeza que la mosca?
Qué sabía yo, el paisaje de zoótropo ferroviario me estaba sumiendo en una ñoña muy
tremenda y empecé a cabecear. Pronto temí
que acabaría dando topes contra los vidrios
de la ventana del AVE que me llevaba a la
muy diplodótica celebración de aquella noche.
…
En otra de sus brevedades, un pequeño escrito titulado Humorismo, Monterroso escribe que “todo lo que hace el hombre es risible
o humorístico”. ¿Leen a Monterroso los cocineros y gastrónomos españoles? Sospeché
que no, que se tomaban demasiado en serio.
…
Y luego, al fin y al cabo, ¿qué es la gastronomía española? ¿De qué tenía yo que hablar?
Sabía que Anchón me preguntaba sobre el
nivel de los mejores restaurantes de España
y sus cocineros. Pero, ¿es eso la gastronomía
de un país? ¿Y lo que se come en casa? ¿Y los
bares? Peor aún: ¿y los colegios? ¿Cuál era mi
opinión sobre la gastronomía de cada día?
¿Qué opinaba yo de esa gastronomía de puertas adentro, de la gastronomía que no subimos a Instagram, de la cesta de la compra del
cliente anterior a mí en la cola del supermercado?
¿Somos un país gastronómico, como pretenden algunos?
Citando mal a Monterroso en Dejar de ser