ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 2 | Page 18

(Riojanomaquia) Lucha de Titanes OSCAR SONEIRA S in la necesidad de viajar en el tiempo, un viaje por La Rioja nos puede llevar al pasado del vino en nuestro país. De tradición milenaria, es a partir de mediados del siglo XIX cuando se empiezan a crear los primeros vinos finos. El primero llego de la mano de Murciano Murrieta, que aprendió el método bordelés fijándose en los vinos del Medoc y Graves. Más tarde, la mayoría de fincas irían creando sus vinos bajo la supervisión de los franceses, para crear el vino más parecido a los de Burdeos. Este cambio de timón catapulto a La Rioja a las cotas de los grandes pagos internacionales, y a día de hoy su reputación es bien conocida, sobre todo en estas fincas que mantienen su elaboración anclada en el pasado, como Marqués de Murrieta, López de Heredia, La Rioja Alta S.A, CVNE y Muga. La creciente preocupación por la pérdida de adeptos al vino y la búsqueda de seguidores, gurús o guías vinícolas ha puesto el ojo de muchos elaboradores tanto antiguos como recientes en estos gustos nuevos. Vinos de mayor extracción cromática y aromática, mayor graduación alcohólica y un paso por boca más frutal, como son el caso de Baigorri, Ostatu, Marqués de Terán y Roda, entre otros. Esto ha creado un corte diferencial en la forma de elaborar los vinos en La Rioja y ha derivado en una futil batalla de poderes en una denominación tradicional por constitución. Me alegra enormemente la elaboración de vinos con un corte más moderno, pero de ahí a establecer una lucha fratricida por la captación de oleadas de gurús y tendencias no lleva a ninguna parte. Sin embargo, y posicionándome de un lado, me quedo con la tradición, no tan solo por su aire romántico, sino por tener el derecho de ser quienes otorgaron a La Rioja su gran nombre.