ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 1 | Page 32

riormente condenados por mezclar uvas distintas en sus vinos, básicamente para poder aumentar su producción. Alguien escribió una carta anónima a las autoridades sobre el proceder de varios estimados productores de Brunello. Algunos de ellos culparon a Soldera del chivatazo . La conexión de la carta con Soldera nunca fue probada y, en el fondo, él no es la clase de hombre que haría algo así sin dar la cara. Las personas declaradas culpables del fraude fueron multadas, pero se les permitió seguir formando parte del consorcio. La guerra de honor del Brunello di Montalcino se intensificó. Algunos se preguntaron si el golpe en la Case Basse fue una venganza por el papel que se creía que Soldera había desempeñado haciendo sonar el silbato de alerta. A los pocos días del ataque, un ex emplea- do de Soldera, llamado Andrea di Gisi, fue detenido y llevado ante la policía. Se empezaron a acumular las pruebas en su contra: las filmaciones de los videos de seguridad, conversaciones telefónicas grabadas, un par de vaqueros empapados de vino y, finalmente, una confesión. Di Gisi, de 39 años, había trabajado en la bodega de Soldera de manera intermitente durante unos tres años. Resultó que había sido despedido meses antes por el mal manejo de unos barriles, un pecado que Soldera, el puntilloso perfeccionista, no podía tolerar . El empleado despedido pasó luego meses planeando la venganza. Di Gisi fue condenado y sentenciado a cuatro años de arresto domiciliario en un juicio rápido. Por el contrario, el culpable del incendiode Napa fue condenado a 27 años de prisión el año pasado.