ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 1 | Page 16
funciona para ambos lados.
Creo haber leído que su trabajo no se ciñó sólo al menaje gastronómico, sino que
además les ayudó en algunas elaboraciones. ¿Usted se integró directamente en el
equipo creativo de elBulli?
Sí. Primero Ferran se lo planteó como un
experimento. A ver qué pasaba sí se integraba un diseñador de producto en el equipo. Y
a partir de ese momento, nos hemos hecho
nuestro propio esquema de trabajo, porque
nunca antes un cocinero había incorporado
un diseñador a su equipo, porque la alta cocina era algo muy rígido. Al principio de la
colaboración, nos hemos permitido algunos
chistes para aligerar un poco la cosa, que por
suerte supimos parar a tiempo, porque un
restaurante tampoco es un circo…
¿Qué pasaba? ¿Se les ocurrían idea muy
locas?
¡Nooooo! Lo más raro que se nos ocurrió
fue el globo de aroma. El aroma si lo usas en
spray fastidias a la mesa del al lado. Entonces buscamos la manera de servir un aroma
de forma individual. Y de ahí nació la cuchara de aroma, en la que podías poner una flor
o una hierba en el mango. De esta manera,
podíamos aportar a un plato un olor que luego no se comía. Y por otro lado el globo: hay
unos globos que por un lado se podían encadenar y que por otra se pueden cortar un
poquito, sin que exploten y expulsen el aire
muy despacio. El comensal puede coger el
globo, respirar el aroma y luego comer.
¿Qué retos te significó como diseñador de
producto meterte en el equipo creativo de
elBulli?
Inicialmente parecía una locura, porque el
diseñador de producto vive de hacer cosas
reproducibles. En un restaurante, con cuarenta comensales, las series eran muy, muy
cortas y es por ello que hemos tenido que
buscar cosas que ya existían o bien cosas
que eran fabricables a escalas muy pequeñas. Muchas las hicimos nosotros mismos a
mano.
Pero de esta relación, al final, me interesa
más el resultado global que no cada uno de
los objetos y proyectos que trabajamos individualmente. Era la novedad de la colaboración la que tenía fuerza.