Biocontroladores,
únicos y
necesarios
Catalina Montoya
Todos sabemos que cada ser vivo en el
mundo cumple con una función especial.
Se podría pensar que cada especie es parte
de un organismo, y si alguna llega a faltar,
todo se viene abajo. Las otras partes seguirán
cumpliendo con su trabajo, pero el producto
final no será el mismo ya que todos dependen
del otro. Una de las importantes funciones que
se deben cumplir en el mundo es ocupada
por los artrópodos, conocidos coloquialmente
como “bichos”, y éstos varían según específicas
características. Hay tres funciones que los
artrópodos cumplen: abonar, biocontrolar,
y polinizar. En este texto, exploraremos
específicamente como la función de los
artrópodos biocontroladores es afectada por
su alimentación. Esta función es crucial para
que todo funcione en orden, ya que además
de hacerse cargo de eliminar las plagas, se
asegura de limpiar el ecosistema de desechos
en descomposición para que otros animales
puedan vivir en el lugar y las plantas puedan
crecer sin problemas. Se puede dividir este
trabajo en la alimentación de animales vivos,
muertos o en estado de descomposición, y
plantas vivas o en proceso de descomposición.
En el grupo de la alimentación basada
en animales vivos podemos encontrar al
ciempiés (Chilopoda). Son beneficiosos en
jardines y huertas, ya que controlan las plagas.
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Se alimentan de insectos, arañas, gusanos,
lombrices, babosas, caracoles y, si llegan a no
encontrar alimento, pueden llegar a consumir
otros ciempiés. Algunas especies más
grandes, como el ciempiés gigante, puede
llegar a comer, además de lo mencionado
anteriormente, sapos, lagartos, pequeñas
serpientes y ratones. Estos artrópodos tienen
un potente veneno, el cual los hace excelentes
cazadores, razón por la cual pueden llegar a
comer animales tan grandes relacionados
a su tamaño. Otro artrópodo que se puede
encontrar en en este grupo es la libélula azul
(Zygoptera). La principal función de estas es
cazar, o atrapar presas, para así evitar que la
población de estas incremente en niveles
exagerados. Algunas de las presas que la
libélula caza, incluyen pequeños insectos,
desde moscas, mosquitos y huevos de
artrópodos, hasta animales terrestres, como
lo son los pequeños coleópteros.
En el siguiente grupo el trabajo principal no
es cazar, sino más bien limpiar. Aunque estos
animales también controlan, en este caso la
cantidad de “desechos”, se encargan más de
limpiar lo que ya está descompuesto o en
estado de descomposición que de matar o
cazar para que la reproducción no continúe.
Sin ellos viviríamos en un basurero de carne
muerta. En este grupo podemos encontrar
al cucarrón estafilínido. La mayoría de estos
son carnívoros se alimentan de carne muerta,
pero también se alimentan de material en
descomposición. Algunos se pueden alimentar
de plagas, como lo son las pulgas y los ácaros.
También podemos ver en este grupo a las
tijeretas (Dermaptera). Aunque estas también