Zaidín Haciendo Barrio Revista n12 Marzo Abril 2018 | Page 8

Zaidín habitable Por una vecindad inclusiva Cuando se habla de inclusión se hace referencia al hecho de facilitar que todas las personas que comparten un mismo espacio se sientan cómodas y bien valoradas, con independencia de sus particularidades físicas, sociales o culturales. Para conseguir la inclusión de todos/as los que residimos en el barrio es necesario que todos/as hagamos un esfuerzo individual y colectivo. La vecindad inclusiva es, por tanto, aquella en la que todas las vecinas y vecinos se consideran como tales en deberes y derechos, y sienten que conviven en un barrio en el que se los tiene en cuenta. Un barrio en el que se trabaja y se lucha porque no existan ni barreras arquitectónicas ni sociales para las personas con capacidades diferentes (como las personas con discapacidad o diversidad funcional), en el que se reconozcan como vecinas y vecinos no sólo a los de “toda la vida” sino a todos los que han elegido vivir y convivir en él, ya hayan nacido en un país lejano o en un pueblo cercano, y además se tengan en cuenta las dificultades añadidas que conlleva ser inmigrante, como son las trabas documentales o la falta de redes familiares y sociales de apoyo. Donde también se trabaje por paliar la discriminación histórica que ha tenido una parte de la población, como la gitana. En una vecindad inclusiva se favorece la diversidad de identidades (diversidad de identidades sexuales, de género, religiosas o socioculturales). Las personas se sienten orgullosas de tener identidades múltiples y, por ejemplo, de pertenecer a diferentes sitios sin tener por qué elegir uno por encima de otro. Sin lugar a dudas, la sociedad inclusiva se enfrenta al machismo, desde el más evidente hasta el más subliminal, visibilizando, por ejemplo, que no es normal que se cobre menos por el mero hecho de ser mujer. También se tienen en cuenta las particularidades de edad de cada uno/a, contemplando las necesidades propias de las personas mayores, las jóvenes y las más pequeñas del barrio. En definitiva, una vecindad inclusiva es aquella en la que se lucha por que todas las vecinas y vecinos tengan los mismos derechos y donde se trabaja por una buena convivencia desde el respeto y el apoyo mutuo. Un barrio donde se sabe que la diversidad en su amplio sentido le enriquece. Esa vecindad es la que se merece nuestro barrio, para tener así, el “Zaidín Habitable” que todas y todos queremos. 8.-