Cumpleaños número 20
Ximena Aguirre Rodríguez
“Un año más de vida intentando satisfacer lo que mi madre
espera de mí, lo que mis maestros esperan de mí, lo que mis
amigos esperan de mí, lo que la sociedad espera de mí. ”
Cumplo un año más de ser esclava. En realidad mi acta de nacimiento
dice que es mi cumpleaños número 20, y es cierto, cumplo 20 años de ser
esclava. Por supuesto que de regalo de cumpleaños le pedí a mis padres el
iPhone 6; que aunque sé que no tienen con qué pagarlo, y en el fondo siem-
mis amigas lo tienen y qué oso ser la rara del grupo. Trato de fingir que es mejor de lo que esperaba y que me hizo muy feliz.
Dan las 12 a.m. del 10 de junio, mi celular con la pantalla estrellada comien- Otro año más con mi celular de 3 generaciones pasadas, otro año más en
za a vibrar. No sé por qué siento esa emoción al ver felicitaciones de per- que no formo parte de mi grupo de amigas. 7 a.m. Todos están de vaca-
sonas que no se han acordado de mí durante todo el año; felicitaciones de ciones pero yo me preparo para asistir a mi escuela. Estoy cursando la
personas que ni si quiera saben que mis padres se acaban de divorciar, que materia que no pude inscribir hace dos semestres porque se elevaba de-
trabajo como becaria por las tardes o que mi postre favorito es el helado. masiado mi colegiatura. Total flojera. 9 a.m. Llego a mi clase. Nada fuera
Me hago la interesante y decido contestarles después. 6 a.m. y mi madre de lo común. El profesor da su cátedra como siempre, la mitad de los
entra a mi cuarto junto con mi hermana, sosteniendo un “Gansito” y una alumnos fingen poner atención y el resto cínicamente buscamos alguna
velita prendida; ambas sonrientes cantando las mañanitas. Nunca he en- distracción. Entro a Facebook esperando un alto número de felicitaciones
tendido porqué se tiene esa costumbre, que todos te canten una canción en mi muro. Aparece en mi pantalla Alejandra y su mejor amiga lucien-
pasada de moda; estoy segura que nadie entiende el por qué se canta y do cuerpazo en Cancún; veo eso y me duele justo en la lonja. Ojalá algún
sólo provoca que la persona festejada (en este caso yo) se sienta suma- día pueda verme así.
mente incómoda; pero bueno, sonrío. Mi madre me da una bolsa, supues- 11:30 a.m. Salgo de mi clase y en mi camino por la universidad mis com-
tamente es mi regalo. No puedo evitar una pequeña decepción al ver que pañeros pasan frente a mí y se siguen de largo. 2 p.m. Mi novio pasa por
es una blusa y no el iPhone 6 que pedí, y es que acaso ¿no me lo merezco? mí y definitivamente es la mejor parte del día. Me recibe con un ramo de
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pre he preferido Samsung, no me importa; quiero el iPhone 6 porque todas