familias completas. La cola de migración, la banda de las maletas, la al- cuenta un pianista. Que lo cuenta una escritora, escondida detrás de
fombra gris y una estampa en el pasaporte. una calculadora, acerca de una niña y un niño, que en el último segundo
“Bienvenido, paisano”. de una infancia vieron la verdad. Y que la niña ya no era una niña, era una
El viajero de este cuento hace fila, presiona el botón, medio segundo de conductora que se las arreglaba sola, que sabía decir que “no” al color rojo
suspenso y, gracias al Cielo: luz verde. La maleta pesada detrás de él, y al azul. Y que sabía leer un corazón. Y el niño esta vez ya no era un niño.
viene empachada de ropa sucia. En la espalda su guitarra y en la cartera Era un hombre.
Era el hombre que tocaba el piano.
MARÍA BOLIO BENÍTEZ
20 años. Estudiante de Comunicación apasionada de la fotografía
una foto, una herradura y una carta. Amuletos que no soltaría. y de escribir cuentos. Las rimas y los ritmos visuales en el lenguaje
Se abren la puertas corredizas. la obsesionan. Ama las alturas, ver nubes, practicar yoga, correr y
Y por fin. Se miran. Frente a frente. Un pianista de alma desgreñada e in- pasar tiempo al aire libre en medio de la nada. Las playas solitarias
cansable amor para repartir y una niña. Una niña, que con mente de y los bosques son definitivamente los mejores lugares para estar.
números y de calendarios, analiza y analiza qué va a pasar, quién va a Tiene cinco hermanos. Una vez al año busca colaborar en algún
perder. tipo de proyecto social. Cree que tiene la responsabilidad de poner
La música se calla. Un silencio perturba y vibra quieto en el jardín. El su granito de arena en el mundo. Es defensora de la vida desde el
pianista se levanta y parece que se va a ir. La jacaranda lo detiene y le momento de la concepción y cree en Dios. Sigue esperando su carta
pregunta cuál es el final, en qué fueron a parar. de Hogwarts.
El pianista contesta que no conoce el final. Que este es un cuento que no
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