do pegar a propósito. La desesperación
sobresatura de chilangos, foráneos y empieza a invadirte, de repente un niño
turistas queriendo ingresar al palacio te pisotea y su madre no le dice nada.
de Bellas Artes. Las taquillas se llenan, Terminas el recorrido y tristemente no
a pesar de que la exposición es gratuita, pudiste disfrutarlo como se debía, solo
Es domingo, empiezan las vacaciones, la mayoría decide escapar de la locura de todos querían un boleto para obtener puedes pensar “si toda esta gente se hu-
la ciudad y los que se quedan se las tienen que ingeniar. La gente se empieza a fotografías del trabajo del francés Car- biera ido a algún cine o plaza, yo hu-
acumular, poco a poco, llegan en el metro, otras caminando por esas bellas calles tier-Bresson. Algunos por curiosidad, biera apreciado más el trabajo de este
antiguas. Para eso de las once había personas por todos lados con sus diferentes otros por obligación y otros por pasión. fotógrafo, pero no”.
estilos: góticos, rockeros, emos; familias, niños en bicicletas y jóvenes en patine- Los policías no tienen el control de la Para las dos y media el hambre te em-
tas, a pesar de que estaba prohibido utilizar cualquiera de estos en el parque de muchedumbre que entra y sale, las salas pieza a atacar, caminas y encuentras
la Alameda, pero bueno esto es México y aquí todos hacen lo que quieren. Tam- saturadas, con trabajo puedes quitar a la un local de comida corrida; cuarenta y
bién podemos observar otros personajes que invaden el Centro, los vagabundos viejita de enfrente, que lleva media hora cinco pesos y comes más que bien. Las
y los niños que venden mazapanes con sus caritas de súplica. tratando de ‘entender’ lo que quiere señoras que te atienden de mala gana,
El frío calaba, pero no fue un impedimento. Para eso de la una, de manera expresar el autor o al señor que parece parece que lo hacen a fuerza como si
guía de turistas, que sabe todo y a la vez fueran las esclavas de alguien. Quieres
nada. El calor se siente cada vez más salir, pero el hambre es tanta que de-
fuerte, los más educados piden permiso cides aguantar lo que sea. Sales, lo úni-
para poder pasar, otros simplemente te co que quieres hacer es llegar a tu casa y
empujan. El camino se hace eterno, te conseguir un desempance.
detienes a ver una fotografía emotiva de Tomas el metro, lo más rápido. La mu-
África, cuando escuchas a la típica mu- jer que te vende los boletos está mal en-
jer revestida de joyas diciendo “pobres carada, toma el dinero