Observas la casa. Los finos muebles. Los caros trastes. Todo el lujo del interior.
En un instante todas esas imágenes son sustituidas por el rostro de la mujer. Ella
coloca su fría y putrefacta mano sobre tu hombro. Te mira con su único ojo. Tra-
tas de negarle la mirada mientras te cuestionas —¿de verdad valió la pena?—.
La mística mujer coloca sus palmas sobre tus mejillas. Estira sus esqueléticos
dedos por tu cara. Luego, inesperadamente, sus pulgares presionan contra tus
ojos y te los comienza a hundir.
Grupo Representativo de Escritura Creativa de la Universidad Inter-
continental (UIC), director Dr. Ramses Ojeda Barreto. Texto colabora-
tivo, participantes: Abner Melo Castro, Héctor Ortega, Gabriel Pano
Morales y Edgar Rogelio Ferrer Orosco.
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