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Por Amurabi Méndez Lo que hay que destacar en Junto. Es que Basement Jaxx ha regresado y con fuerza. Que ellos no hacen música de elevador, mi música de boutique, ni alguna cosa descafeinada. Al oír el esperado séptimo disco de estudio de Basement Jaxx, uno no puede evitar sustraerse del pasado. El dueto siempre ha sido lúdico, desmadroso, antisolemne y en Junto (PIAS, 2014) hay esto y más. Pero a pesar de la atmósfera de fiesta, (muy probablemente trasladando el ambiente de celebración que rodea a sus conciertos en vivo a este álbum de estudio), el disco no sorprende ni maravilla. El dueto ha puesto una colección de temas más bien medianos que engrosan su catálogo de canciones pero que no tienen la estampa de clásicos como posiblemente les viene pasando desde Zephyr, su disco anterior, que más bien parece una nota al calce dentro de su impecable discografía. Esta vez, el dueto sigue la tendencia de incorporar sonidos del mundo, ritmos tribaloides y un poco de orientación carnavalesca quizá para ubicarse en el zeitgeist de la conexión cultural: los ritmos son los mismos y el house te hace bailar donde quiera que estés. Con Junto, Basement elabora un poderoso pronunciamiento: el mejor remedio para la frialdad y la ridiculez del EDM proviene de la fiesta, del ambiente comunal de la celebración, del carnaval y la alegría. La portada lo define: son dos DJs y un público en perfecta comunión celestial. Por eso el disco funciona perfecto como un disco préambulo para la fiesta, un disco para viernes y sábados por la noche antes de salir a bailar en serio. Por eso cuando en “Power to the People”, el tema abridor, se siente una vibra de fiesta setentera en algún ghetto perdido, uno se la cree. Y que de ahí, una falsa Aluna Francis, nos sorraje en pleno oído dos temazos como “Unicorn” (en clave dub lúdico) y “We Are Not Alone” (una balada disco), uno puede seguir creyendo en la ubicuidad de un sonido BJ. En “Buffalo”, una especie de drum & bass sicodélico se descarga en medio de ráfagas de rapeos varios y en “Rock This Road”, existe una especie de baile tribal que recuerda al africanismo más desmadroso. “Mermaid of Salinas” también se destaca pero su impacto inicial se ve disminuido por la enorme difusión (reprocho que se hayan dejado fuera temazos como “Back 2 the Wild” o “What A Difference Your Love Makes”, por poner un ejemplo). La inclusión de los demás temas es francamente innecesaria, son temas aburridos y muy por debajo de la línea de calidad y relajo del Jaxx. Quizá la cosa se levante un poquito con “Love is at Your Side”, que es como el tema para sonar mientras la fiesta se diluye. Lo que hay que destacar en Junto, es que Basement Jaxx ha regresado y con fuerza. Que ellos no hacen música de elevador, ni música de boutique, ni alguna cosa descafeinada. Su sonido es la fiesta pura. Y su sombra (o su luz), esa enorme que cubre a Disclosure y a Rudimental, es una que se ve solo en días soleados, claros, diáfanos, parcialmente nublados.