La ópera prima del español Rodrigo Sorogoyen se
revela como una propuesta muy interesante, marcada
por una tranquila y romántica primera parte a un duro y
reflexivo desenlace. Nos cuenta la historia de un chico
(Javier Pereira) que conoce a una chica (Aura Garrido)
en una fiesta. Al final de esta, él intenta llevarla a casa
convenciéndola de estar enamorado; ella, reacia a expresar demasiado y a creer los cuentos de su atractivo
compañero, decide mantener cautela.
Con una primera parte bellamente filmada, el relato nos
lleva por la conversación que los protagonistas tienen
por las bellas calles de Madrid. El juego de la seducción
se torna sencillo, divertido, romántico y acogedor; con
un encantador protagonista tratando de convencer a la
hermosa muchacha de quien esa noche se ha enamorado.
De esa tierna introducción, la cinta pasa a mostrar las
virtudes que escondió en la primera parte. El director
se mete a un juego en el que la fuerza de los diálogos
le da un suspicaz giro narrativo al relato. El cautivador
ambiente nocturno es cambiado por uno frío y angustiante ambiente matutino. Las reglas del primer juego
cambian y ahora estamos frente a los personajes reales,
diseccionando su relación, sus historias, inseguridades
y miedos que ya no se esconden en las sombras, si no
que a la luz del sol son intensamente tristes.
Se genera entonces un debate acerca de las relaciones
actuales, esas en donde la superficialidad se esconde
tras el glamur de la noche, las luces de colores y la
diversión. Donde las promesas y el romanticismo caen
al salir la luz del sol y donde la tragedia y el desencanto
no se pueden ocultar por mucho tiempo.
Ganadora de múltiples premios internacionales como
los Goya, el Festival Internacional de Málaga y el Festival
de Cine de Miami, Stockolm es de esas películas en las
que es mejor no contar demasiado, pues sería arruinar
completamente la experiencia.
STOCKHOLM Rodrigo Sorogoyen España 2013
YOUTH
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