Mi primer acercamiento a su obra fue a través de su serie de ilustraciones llamada “SPACECITIES” que desde mi interpretación,
era la visión utópica de las ciudades que se albergan en un sueño.
Una ciudad que como basamento es una nube que se une por
medio de rampas conectando geometrías irregulares, la cual representa una iglesia y desarrolla la idea del cielo, así observamos
claramente la etimología religiosa que esto conlleva. Los puntos
clave con la arquitectura sacra como los vitrales y las campanas,
los podemos ver en la ilustración titulada “Imaginario”, además,
en esta misma serie podemos encontrar diversas formas de interpretar la ciudad desde una visión de ficción.
Pero Babina también nos habla de la experiencia vivida de una
ciudad existente. En su serie “MICROCOSMOS” podemos ver ciudades como Amsterdam, Barcelona, Berlín, Londres, París y Roma
las cuales son interpretadas por medio de collages donde se
muestran sus edificios icónicos teniendo así, una conexión visual
con una vista de la traza de cada una de estas ciudades.
Otro ejemplo interesante de lo que Babina hace con sus ilustraciones es su serie “ARCHIST” donde muestra la diversidad de su
obra retomando y reinterpretando a 27 artistas contemporáneos
como Mondrian, Joan Miró, Andy Warhol, Salvador Dalí, Malevich
entre otros.
“El arte y la arquitectura son disciplinas que hablan y ligeramente
se tocan entre sí”, explicó Babina para Dezeen: “La definición y la
función de la arquitectura está cambiando constantemente con el
desarrollo del arte contemporáneo.”
Su ultima entrega de 28 ilustraciones es “ARCHIMUSIC” la música
hecha edificio, donde podemos observar ilustraciones inspiradas
en la música y sus interpretes. Ver a David Bowie representado
como un edificio sin perder ese toque andrógino y de excentricidad es realmente fascinante. Otras piezas logradas con éxito
son las de Mozart, Björk, Freddie Mercury, los Beatles, Radiohead,
Manu Chao, entre otros iconos de la música del mundo.
Federico Babina