Me río y aprendo
Juan Manuel Delgadillo
Al salir del teatro tienes tantas cosas en quépensar como: ‘’Seré uno de esas personas muertas?’’, ‘’Amo lo que hago?’’, ‘’Estoy viviendo como me gustaría vivir?’’. Es muy agradable para todo el público, y sales con un muy buen mensaje para vivir diariamente.
La obra de teatro ‘¡ A vivir!’ no fue algo que yo esperaba disfrutar a mis 13 años de edad, pero una vez dentro del teatro, yo daba gracias a mis padres de haberme invitado. Durante dos horas, el protagonista cuyo nombre es ‘’Marciano’’, mantiene un ambiente de carcajadas y reflexión sobre cómo la gente se empeña en vivir ‘muertos’ (como el se refiere a la gente de estos tiempos) al centrar su atención en complacer a los demás. Los sueños, la libertad, el amor, la diferencia, la felicidad, la vida y la muerte son unos de los conceptos a tomar en cuenta en esta obra, por supuesto, sin dejar a un lado ese toque de risas por las bromas y el lenguaje inapropiado (moderado). La he visto dos veces y no me molestaría verla una más.
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