JAIME MUÑOZ VARGAS
LITERATURA
CUENTO
EFRAÍN QUIÑONES,
EL MULA
JAIME MUÑOZ VARGAS
Jaime Muñoz Vargas es un escritor mexicano, nacido en Gómez Palacio, Durango, en 1964. Radica en Torreón, Coahuila, desde 1977. Es escritor, maestro, periodista y editor. Entre sus
libros, ha publicado El principio del terror, Juegos de amor y malquerencia, Pálpito de la sierra tarahumara, El augurio de la lumbre, Tientos y mediciones, Miscelánea de productos
textuales, Nómadas contra gángsters (apuntes para subsistir en la barbarie), Las manos del tahúr, Polvo somos, Ojos en la sombra, Leyenda Morgan, Grava suelta, La ruta de los
Guerreros (vida, pasión y suerte del Santos Laguna), Filius, Salutación de la luz, Quienes esperan y Guillermo González Camarena, habitante del futuro; algunos de sus microrrelatos
fueron incluidos en la antología La otra mirada (Palencia, España, 2005). Ha ganado, entre otros, los premios nacionales de Narrativa Joven (1989), de novela Jorge Ibargüengoitia
(2001), de cuento de San Luis Potosí (2005), de narrativa Gerardo Cornejo (2005) y de novela Rafael Ramírez Heredia (2009).
para Salvador Perales
Los jóvenes de Gómez preguntan siempre por la cojera de El medio creativo Patricio Medinilla salió a rastras,
El Mula Quiñones. He aquí su historia. Efraín Quiñones fue destruida su pierna derecha. Esta vez el árbitro no perdonó
bautizado con el sobrenombre de El Mula cuando en un a Quiñones, y lo botó de la cancha. Gracias a eso Efraín se
solo partido de la Municipal fracturó las tibias y los peronés ganó el mote de El Mula. Más orgulloso que ofendido, hizo
de dos rivales. La leyenda cuenta que fue un juego reñido, valer el apodo y en otros dos partidos fracturó a
pero sin mucha relevancia. Aunque se disputaban sólo dos sendos contendientes. Con esto sumó cuatro en ese torneo,
puntos, ese día Quiñones saltó a la cancha con excesiva y aunque lo expulsaban no dejó de gozar el respeto de sus
adrenalina. Se dice que nuestro personaje, a la sazón recio compañeros. Era un gran elemento, pues los enemigos
central de Marmoleros Salazar, hizo su primera travesura al saltaban a la cancha horrorizados con la pura idea de
minuto 10 del primer periodo. Lorenzo Díaz, veloz extremo toparse contra El Mula. Los Marmoleros llegaron a la final.
de Refrescos Canguro, tomó una banda y desbordó al Era el año 76. En el choque definitivo se encontraron contra
lateral de Marmoleros. En el relevo, Quiñones alcanzó a Loncherías Orozco, y fue un partido feroz. Iban 0-0 en el 80
deslizar una oportuna barrida pero se pasó de tueste: sacó cuando Lagartija Pérez, el rival más habilidoso, se quitó a
el balón y con la inercia del lance hizo añicos la zurda del tres marmoleros; dribló luego al guardameta, se adelantó
extremo. El silbante consideró que, aunque dura, fue una un poco el balón y estaba a medio metro de la meta
jugada limpia, y Quiñones se quedó en la cancha sólo con cuando Quiñones lanzó un hachazo criminal para evitar el
el cargo de un cartón amarillo. gol. Nadie sabe cómo, pero Lagartija Pérez llegó primero a
El partido se puso 1-0 a favor de Refrescos, que replegó a la pelota, la empujó a la red y brincó para evitar el patadón.
toda su gente. Marmoleros, en busca de la igualada, El Mula, en cambio, no pudo detenerse y toda su violenta
agredió con más unidades y dejó atrás sólo al portero y a pierna estalló en el poste con un ruido de rama rota.
Quiñones. Un contragolpe de los refresqueros tomó El golpe fue tan duro que, tras la pésima atención médica a
mal parados a los del mármol, Quiñones se vio solo frente a la que estaba condenado, quedó cojo y tuvo que retirarse
dos atacantes y cuando tuvo una mínima oportunidad del futbol. Pese a eso, todos lo recuerdan por sus víctimas,
cortó la jugada con un barridón salvaje, de tacos por no tanto por su desgracia.
delante.