Fiebre por el DIY y la naturaleza
Pero el vestido o los tocados no es el único ámbito en el que aterriza el fenómeno influencer, la forma de organizar el banquete o la decoración también está en sus manos. La decoración viene muy marcada por la tendencia DIY (Do It Yourself), es decir, ¡manos a la obra! Esto viene condicionado, en parte, por los beneficios que proporcionan a ambos lados. Por una parte, el influencer tiene contenido que aportar en sus redes sociales, ya sea a través de vídeos en Youtube o con pequeños tutoriales o imágenes en Instagram. Por otra parte, los novios pueden conseguir la boda de sus sueños sin que el presupuesto sobrepase sus posibilidades. Entre los DIY más comunes encontramos las invitaciones de boda, el photocall, los regalos para los invitados o el propio ramo de flores.
Siguiendo esta línea nos encontramos con el banquete. Si bien antes el glamour se encontraba en grandes salones cerrados y el exterior parecía ser una opción para los que no tenían un gran presupuesto, en la actualidad se ha invertido. Las influencers han tenido un papel importante, ya que prácticamente todas han compartido fotos en las que se ve como el banquete se celebra en grandes jardines decorados con una iluminación muy cuidada. La wedding planner Greta Navarro confirma esta tendencia por la cual las parejas prefieren el banquete al aire libre y no solo eso, sino que sustituyen el clásico menú tradicional por la fusión de un cóctel y un segundo plato ya sentados. Una opción que hasta ahora podía ser más barata, pero se ha especializado tanto en el último año que puede, incluso, superar el precio del menú clásico.
El vídeo protagonista de la boda
Otro sector importantísimo en el que han intervenido las influencers es en el visual, el fotográfico. Mediseño apunta que en la actualidad los novios piden por igual el servicio tanto de vídeo como de fotografía. Aunque hasta el momento era más importante la fotografía, ahora el vídeo va cobrando la misma importancia. Además hay empresas, como nos comenta ELENA CH, que ofrecen un vídeo (teaser) a las 2 semanas de la boda de 40-60 segundos para poder postearlo en las redes sociales de la forma más rápida posible. Después se ofrece un vídeo de 3-5 minutos (thriller). Finalmente se hace entrega de un vídeo más largo de unos 40-50 minutos.
Puede apreciarse un claro sello influencer, ya que la prioridad en el vídeo es obtener una breve duración y la entrega a los novios lo antes posible para que puedan publicarlo en sus redes sociales, es decir, para poder replicar el fenómeno influencer. Ya no se reduce exclusivamente a la fotografía y el vídeo se reserva para los propios novios. Ahora los audiovisual tiene un papel primordial, ya que la mayoría de las influencers cuentan con un canal de YouTube en el que explican todo con detalle o cuelgan vídeos en Instagram. Se ha creado toda una cultura detrás.
Además del teaser se hablaba de vídeos de 3-5 minutos, ya que los los nuevos referentes de los jóvenes han modernizado este sector y el vídeo pide un dinamismo que no tenían los clásicos vídeos de boda. Influye tanto en la corrección de color, el tipo de la toma, el dinamismo, los momentos filmados… Si observamos el comportamiento de las influencers, la mayoría se apresura por subir en exclusiva imágenes del vestido y en menos de una semana encontramos un breve vídeo que mantenga enganchados a sus seguidores al evento ya pasado.
#NoEresMillennialSinHashtag
Otro elemento casi obligatorio en una boda joven y como herencia de las influencers es la creación de un hashtag en el que se unan todas los vídeos y fotografías del momento. Esta es una medida para que ellas ofrezcan contenido a los espectadores en un momento en el que no pueden depender del móvil y, por otro lado, los novios “comunes” pueden guardar recuerdos más espontáneos de los propios invitados sin perderse ningún detalle. En esto son expertos Laura Escanes y Risto Mejide quienes desde el comienzo de su relación apostaron por el hashtag #toelrrato. En el gran día prohibieron el uso de móviles a todos los invitados, excepto en un rincón en el que aparecía un sillón idéntico al del Chester (programa en el que participa Risto Mejide) y un fondo verde con el hashtag #toelrrato.
Sin embargo hay quien apuesta por hacer uso de los shippeos, pero si no eres millennial no conocerás la palabra así que primero hay que definirla. Shippear es una palabra que hace referencia a la unión de dos personas que no son pareja, pero que se sospecha que lo son, véase el ejemplo de Amaia y Alfred (concursantes de OT) con el shippeo Almaia.
actualidad los novios piden por igual el servicio tanto de vídeo como de fotografía. Aunque hasta el momento era más importante la fotografía, ahora el vídeo va cobrando la misma importancia. Además hay empresas, como nos comenta ELENA CH, que ofrecen un vídeo (teaser) a las 2 semanas de la boda de 40-60 segundos para poder postearlo en las redes sociales de la forma más rápida posible. Después, se ofrece un vídeo de 3-5 minutos (thriller). Finalmente ,se hace entrega de un vídeo más largo de unos 40-50 minutos.
Puede apreciarse un claro sello influencer, ya que la prioridad en el vídeo es obtener una breve duración y la entrega a los novios lo antes posible para que puedan publicarlo en
influencers han tenido un papel importante, ya que prácticamente todas han compartido fotos en las que se ve como el banquete se celebra en grandes jardines decorados con una iluminación muy cuidada. La wedding planner Greta Navarro confirma esta tendencia por la cual las parejas prefieren el banquete al aire libre y no solo eso, sino que sustituyen el clásico menú tradicional por la fusión de un cóctel y un segundo plato ya sentados. Una opción que hasta ahora podía ser más barata, pero se ha especializado tanto en el último año que puede, incluso, superar el precio del menú clásico.
El vídeo protagonista de la boda
Otro sector importantísimo en el que han intervenido las influencers es en el visual, el fotográfico. Mediseño apunta que en la actualidad los novios piden por igual el servicio tanto de vídeo como de fotografía. Aunque hasta el momento era más importante la fotografía,
en Instagram. Se ha creado toda una cultura detrás.
Además del teaser, se hablaba de vídeos de 3-5 minutos, ya que los los nuevos referentes de los jóvenes han modernizado este sector y el vídeo pide un dinamismo que no tenían los clásicos vídeos de boda. Influye tanto en la corrección de color, el tipo de la toma, el dinamismo, los momentos filmados… Si observamos el comportamiento de las influencers, la mayoría se apresura por subir en exclusiva imágenes del vestido y en menos de una semana encontramos un breve vídeo que mantenga enganchados a sus seguidores al evento ya pasado.
#NoEresMillennialSinHashtag
Otro elemento casi obligatorio en una boda joven y como herencia de las influencers es la creación de un hashtag en el que se unan todas los vídeos y fotografías del momento. Esta es una medida para que ellas ofrezcan contenido a los espectadores en un momento en el que no pueden depender del móvil y, por otro lado, los novios “comunes” pueden guardar recuerdos más espontáneos de los propios invitados sin perderse ningún detalle. En esto son expertos Laura Escanes y Risto Mejide quienes desde el comienzo de su relación apostaron por el hashtag #toelrrato. En el gran día prohibieron el uso de móviles a todos los invitados, excepto en un rincón en el que aparecía un sillón idéntico al del Chester (programa en el que participa Risto Mejide) y un fondo verde con el hashtag #toelrrato.
Sin embargo hay quien apuesta por hacer uso de los shippeos, pero si no eres millennial no conocerás la palabra así que primero hay que definirla. Shippear es una palabra que hace referencia a la unión de dos personas que no son pareja, pero que se sospecha que lo son, véase el ejemplo de Amaia y Alfred (concursantes de OT) con el shippeo Almaia.
pueden conseguir la boda de sus sueños sin que el presupuesto sobrepase sus posibilidades. Entre los DIY más comunes encontramos las invitaciones de boda, el photocall, los regalos para los invitados o el propio ramo de flores.
Siguiendo esta línea nos encontramos con el banquete. Si bien antes el glamour se encontraba en grandes salones cerrados y el exterior parecía ser una opción para los que no tenían un gran presupuesto, en la actualidad se ha invertido. Las influencers han tenido un papel importante, ya que prácticamente todas han compartido fotos en las que se ve como el banquete se celebra en grandes jardines decorados con una iluminación muy cuidada. La wedding planner Greta Navarro confirma esta tendencia por la cual las parejas prefieren el banquete al aire libre y no solo eso, sino que sustituyen el clásico menú tradicional por la
Puede apreciarse un claro sello influencer, ya que la prioridad en el vídeo es obtener una breve duración y la entrega a los novios lo antes posible para que puedan publicarlo en sus redes sociales, es decir, para poder replicar el fenómeno influencer. Ya no se reduce exclusivamente a la fotografía y el vídeo se reserva para los propios novios. Ahora lo audiovisual tiene un papel primordial, ya que la mayoría de las influencers cuentan con un canal de YouTube en el que explican todo con detalle o cuelgan vídeos en Instagram. Se ha creado toda una cultura detrás.