La minería ha sido una actividad tradicionalmente poco importante en Argentina, pero hacia finales del siglo XX el sector de la minería a gran escala empezó a experimentar un fuerte desarrollo, sobre todo en el caso de la minería metalífera, que ha impulsado la apertura de nuevas minas y la continuidad de las explotaciones ya existentes, a veces con oposición social por el costo medioambiental de las actividades extractivas