Personalmente, no tengo problemas “aceptándome” a mí mismo como genderqueer.
Porque siempre supe que, de alguna manera, era algo diferente. ¿Algo así como que lo
sentí? Difícil fue el miedo al rechazo. Estaba
más acostumbrado a ser “él” que “ella”, pero
tenía que pensar en la sociedad y en la mente
cerrada que está a mí alrededor.
¿Qué pasaría si ellos no entendieran? ¿Qué
pasaría si me abandonan? ¿Qué pasaría si
ellos me desprecian? ¿Qué pasaría si…” Me
pregunté a mí mismo tantas veces. Había
tantas preguntas y dudas. Mientras que no
fue difícil para mí “salir” como pansexual,
fue definitivamente difícil decirle a las personas cercanas a mí que (aparte se ser raro
por ser pa