No
es una fase
Soy
genderqueer
Por Camylla Ribeiro
Imagina si, un día, alguien te impidiera elegir
sobre algo importante en tu vida. No puedes
elegir qué comer, por ejemplo, o dónde trabajar. Tienes que vivir en esta casa porque lo
digo yo. Tienes que tener este coche porque
lo digo yo. ¿Y si ese algo fuera aún más importante? Tienes que ser hombre porque alguien, un día, decidió que así sería. Tienes
que llevar falda porque es lo que suponemos
que hagas. Pero, ¿y si no quiero? ¿Y si ese no
soy yo?
nuestro círculo de amigos, para encontrarnos. Para descubrir quienes somos. Pero ¿y
si, al descubrir quien eres, te das cuenta que
no te permiten ser esa identidad? Eso es lo
que pasan cada día muchas personas en el
mundo cuyo cuerpo, en lugar de ser una representación suya, les encarcela.
En realidad, la existencia de la comunidad
genderqueer era desconocida para mi hasta
un par de meses atrás. Hasta que conocí a
Leon. Hasta que descubrí que todas las coCada día, día a día, construimos nuestra pro- sas que daba por hecho, no tenían porque ser
pia personalidad. Cambiamos nuestra forma ciertas. Hasta que descubrí que una cosa tan
de vestir, la música que escuchamos, hasta sencilla como preguntar “¿cómo quieres que
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