Yo no soy de septiembre
Las editoras, tampoco
Esta fecha es el fin...Tranquilos no es que hoy sea el día del Apocalisis. Sino que cada vez
somos mas conscientes de que todos los caminos que hemos tomado, o hemos querido
tomar, tienen su fin, su fecha de caducación, un límite de entrega: Ahora o nunca.
Plazo para sacarte la nueva tarjeta de transporte, para matricularte en aquél curso, para
entregar un trabajo, para demostrar que sabes todo lo que has estudiado de esa asignatura... De cosas tan comúnes como estas y ¿tiene sentido que tengas limites hasta en cosas
más banales? Ponte en forma ¡llega el verano! ¡Es Septiembre puedes empezar de cero! o
¡Llega el Nuevo Año marcas tus nuevos objetivos! (traducción: empieza de cero Parte 2)
Estas cosas nos hacen pensar: Si quiero adelgazar ¿sólo puedo hacerlo antes del verano
para fardar? ¿no porque yo quiero, sencillamente?
Para la revista Vogue y para todas las revistas de moda en general, Septiembre es su “Enero” “Es cuando cambio”: aquella temporada en la que mujer piensa en ponerse tacones
altos otra vez y enfrentarse al mundo. Pero ¿y si, por una cosa u otra, no se puede en
Septiembre? ¿No hay más tiempo? ¿La fecha ha caducado? ¿Es coger ese tren o el del año
que viene?
Muchos tienen ese pensamiento sobre cosas tan importantes como su peso o fijar sus
metas, pero el día que te llenas de valor y las encaras, el momento en el que te enfrentas
a la vida subida a tus tacones (o con lo que tú quieras), puede ser cualquier día... aquella
mañana en la que estas harto de lo que ves. Aunque sea 23 de Enero. Cualquier día es
bueno para mejorar tu día y tu vida o, por lo menos, para intentarlo. Porque, si has caído
en Septiembre, no deberías sentirte mal. Ese no es el único camino correcto, hay otros y
cabe a ti buscar el que mejor se adapte a ti.
“El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse” como dijo Churchill. Y
no podemos decirle que no a él.
Por eso defendemos que hay cosas que tienen que tener fecha limite, pero nuestra esperanza y fuerza no.
Nunca es tarde para pararse un segundo, mirar y cambiar. Ser mejor cada día. Disfrutar
el ahora y el mañana.
El ahora o nunca, cuando tú lo decidas.