INTRODUCCIÓN
RELATO
Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por delante de la
puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante. Su vecino, que miraba por la ventana
en ese momento, vio caer el papel, y pensó:
- ¡Qué descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta, disimulando descaradamente!
Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la puerta del
primer vecino. Éste estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando recogió los papeles encontró aquel
papel tan importante que había perdido y que le había supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos,
y pensó que su vecino no sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa.
Pero no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para hacer un pedido de
diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su vecino, que al día siguiente tuvo un buen
problema para tratar de librarse de los animales y sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era
idea de su vecino, en cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.
Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de aquel simple
papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de bomberos, a estrellar un camión
contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una
bomba-terremoto que derrumbó las casas de los dos vecinos...
Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo habitación. Al principio no
se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio, comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo
amigos hasta que finalmente, un día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que
todo había sido una coincidencia.
Pedro Pablo Sacristán
NOTICIA
Dos hijas, cuatro hermanos, seis sobrinos, una vecina… Récord de
enchufados en la universidad
Una responsable de la institución en Sevilla coloca 22 familiares en el servicio de
limpieza
JAVIER MARTÍN-ARROYO Sevilla 6 FEB 2017 - 17:06 CET
Dos hijas, cuatro hermanos, seis sobrinos, un cuñado, un yerno… pero también la suegra de una hermana, un hermano del
yerno o una vecina... así hasta 22 personas. La encargada de equipo en la Unidad de Limpieza de la Universidad de Sevilla
María Luisa Díaz ha enchufado en el servicio que ella supervisa y que desde 2005 presta como contrata la firma Ferroser
(del grupo Ferrovial) a más de una veintena de familiares y amigos entre fijos y eventuales. Mientras la institución pública,
los sindicatos y la empresa reconocen con rubor este caso de nepotismo que se repite al menos desde 1994, la protagonista
defiende que su costumbre es legal y no ve incompatibilidad o dilema ético alguno.
Junto a los enchufados con primer y segundo grado de parentesco hay una hermana de un cuñado, una prima del yerno o
la exnuera de una hermana de Díaz. Ferroser gestiona una plantilla de 300 profesionales de la limpieza, de los cuales 22 (el
7,3%) tienen vínculos familiares o de amistad con Díaz. Esta evalúa la calidad del servicio prestado por Ferroser junto a
otros tres responsables de la Unidad de Limpieza de la universidad hispalense. Los cuatro comprueban que las aulas de
todas las facultades y el Rectorado están limpias y que Ferroser cumple el convenio.
A pesar del conflicto de intereses, Díaz replica que es legal pedirle a la empresa que contrate a familiares mientras vigila si
cumple sus funciones. “Aquí hay muchos hijos de y en cualquier Administración pública hay familias (…)
¿Incompatibilidad? No veo ningún problema y no tengo nada que ocultar porque los apellidos no se pueden camuflar. Los
que están, están ¿Es que no tienen mis familiares derecho a trabajar en la empresa privada?”.
Con desparpajo, la responsable alega que el nepotismo en la universidad está a la orden del día: “Todo el mundo conoce mi
caso porque llevo desde 1987 en la universidad. En la plantilla hay familiares que no son de María Luisa Díaz. En cualquier
facultad, el que no tiene un hijo tiene una hermana o un sobrino”. Y explica cómo el contacto con la contrata [Ferroser] es
fluido y justifica que esta “puede contratar a quien le da la gana”: “Cuando hay necesidades, nosotros mismos hablamos
muchas veces con la empresa porque les hace falta a las criaturas”.
SERIE DE FICCIÓN
"Nosedive" (BLACK MIRROR)