Voz Montevives Nº 7 | Page 47

quería asegurar de tener todas las cosas en orden antes de salir .
En el pasillo ya de fuera se chocó con otro hombre que había estado a poca distancia de ella , a una o dos filas , que portaba un traje impecable gris . A este se le habían caído todas las cosas al suelo por el choque producido anteriormente , ya que su maletín no estaba bien cerrado , y se acercó a ayudarle . Al introducir las cosas en la maleta vio un pintalabios y prendas de mujer . Acto seguido , al volver la cabeza se encontró una mirada de súplica de parte de él , o más bien , ella . Entonces comprendió que las cosas no estaban cambiando solas , las estaban cambiando ellas , aunque fuera con apariencia de hombre . Y entendió que eso era lo más extraño y bonito , no saber sus nombres , ni cuántas eran , pero saber que no estaba sola . Y que quizás los sueños más adelante dejarían de ser sueños , y más bien serían realidades .
Edurne Sánchez Muñoz
Gabriela Anamaria Tima