Voz Montevives Nº 1 | Page 12

DICIEMBRE 19 No todo es real Hola soy Abel y ahora mismo estoy en rehabilitación, en el hospital. ¿Qué por que estoy así? Es complicado pero...Bueno no me enrollo, esta es mi historia: Era un día normal, un poco nublado. Yo estaba cuidando de mis hermanos en un parque de al lado de mi casa. Cintia, Claudia e Isabel estaban en un banco hablando, los gemelos, Iván e Izan, estaban al lado tirando piedras a un árbol donde se había atascado su pelota. Después de unos minutos se me acercó Cintia pidiendo agua. Yo le dije que ahora mismo no tenía, que se esperara hasta que nos fuéramos. Ella me replicó y no tuve más remedio que ir. Cuando llegué a casa cogí una mochila y eché dos botellas de agua por si acaso se gastaba una para tener la otra. Justo cuando iba a cruzar para llegar al parque un coche arrancó y se fue a toda prisa. Un hombre de pelo blanco conducía. No le di importancia y cruce al parque. Pero cuando llegue... ¡Mis hermanos no estaban! Me agobié y empecé a llamarlos, a buscarlos por todas partes hasta que en el agujero del tobogán vi una sombra. Me asomé y vi a mi hermana Cintia. Rápidamente se agarró a mí con fuerza murmurando: – Ha sido horrible... Se los han llevado... Por mi culpa. - dijo entre sollozos. Ella me lo contó todo: cómo se los había llevado, qué les había hecho... También me dijo que esa noche me llamaría. No pudimos dormir. Mi hermana se vino a mi habitación . A media noche empezó a sonar mi teléfono con un número desconocido. – ¿Quién habla? - pregunté – No diré mi nombre real pero llámame MR- respondió el hombre – ¿Qué..?- en ese momento me interrumpió – Si quieres recuperar a tus hermanos tendrás que pagar un precio muy alto- dijo  MR – ¿Cuánto? Yo le pagaré lo que haga falta. Tengo bastante ahorrado.- dije nervioso – No quiero dinero- dijo MR serio- Quiero que hagas tres pruebas. En cuanto superes una de ellas te daré un niño y en la final te daré los dos que queden. – ¿Solo eso?- pregunté – Sí. Mañana harás dos o tres dependiendo de tus errores. La primera es en la cueva de las montañas. Allí encontrarás una grabadoras con la información de la prueba. Tendrás que estar allí a las 8:30 ¿Entendido?- informó MR – Entendido- respondí yo antes de colgar. Tengo suerte de traer a mi hermana Cintia que tiene muy buen sentido de la orientación. Entramos en la cueva. Primero fuimos a la derecha después todo recto y después, según mi hermana, nos equivocamos yendo a la izquierda donde quedamos atrapados en un hueco de la cueva. Pero de repente se abrió un pasadizo y pudimos desactivar la dinamita y salir corriendo con nuestra hermana Isabel de allí. A la salida había otra grabadora que decía: Al día siguiente me encontraba allí con mi hermana. Cogí la grabadora y empecé a escucharla. Decía que la prueba consistía en encontrar la parte grande de la cueva donde había dinamita y desactivar la