Voz Montevives Nº 10 | Page 49

Yo fui tu Troya , ciudad fortificada , ciudad rebelde . Desde las llanuras me observabas , analizaste mis robustas murallas , analizaste mis altas torres .
Tan fortificada estaba que para entrar recurriste al engaño , conocías mi punto débil y me diste el mayor obsequio , el mayor regalo , el amor . Al verlo , aunque dudé , abrí las puertas y tú con tu majestuoso regalo entraste .
En realidad podrías habértelo llevado todo y no importarme si tan solo me hubieras dejado aquello …
Si me hubieras dejado aquel caballo de madera .
PD : Algún día resurgiré de las cenizas .

Míriam Cortés

Todavía reconozco que nunca había visto algo así y que su belleza cegó mi conciencia . Pero solo se trataba de su disfraz y entraste . Saqueaste mis turros , robaste mi corazón .
Mataste a mis guerreros y derribaste mis murallas llevándolo todo y cuando pedí todo aquello que me quitaste no miraste atrás .