Tenía que saber si la podía recuperar, estaba perdidamente
enamorado de ella y necesitaba dar un último esfuerzo para poder
seguir con mi vida y superar la ruptura.
Tenía 2 opciones, o la recuperaba y era feliz junto a ella, o, con un
inmenso dolor, asumía el término de la relación y seguía adelante
con mi vida.
Pero para asumir este eventual término, tenía que estar conforme
conmigo mismo, tenía que estar seguro de que HABÍA DADO
TODO DE MÍ PARA RECUPERARLA.
Bien, sabía que mi novia me había dejado porque yo había hecho
algo mal… no sabía bien en qué me había equivocado, pero sí tenía
claro que debía descubrirlo para corregirlo y mostrarme de forma
distinta ante ella.
Busqué mucha información, quizás la palabra “mucha” quede
corta. Fueron semanas en las que me dediqué 100% a aprender
técnicas de seducción que habían ayudado a otros hombres a
recuperar a sus mujeres, y también me junté con un par de
expertos internacionales en seducción, que me ayudaron y me
enseñaron muchísimo.
En las librerías de mi país encontré algunos textos que también me
ayudaron a convertirme en un hombre más interesante, pero la