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DEL
1 DE NOVIEMBRE
AL
14 DE NOVIEMBRE
DE 2019
Voces Migrantes
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T
¿HALLOWEEN O
DÍA DE MUERTOS?
• EL “DÍA DE MUERTOS” ES UNA TRADICIÓN MEXICANA,
RESULTADO DE LA FUSIÓN ENTRE LA CULTURA PREHISPÁNICA Y
LA EVANGELIZACIÓN. EL 1º DE NOVIEMBRE ES DEDICADO A LOS
NIÑOS DIFUNTOS Y EL 2 A LOS ADULTOS. EN CAMBIO HALLOWEEN
ES UNA MODA QUE LLEGÓ AL CONTINENTE AMERICANO VÍA
ESTADOS UNIDOS.
TRADICIONES
L
a misa que se celebraba en el Día de los Santos era deno-
minada “All hallowmas” y con los años se convirtió en ‘All
Hallows Eve’, ‘All Hallowed Eve’ y finalmente “Halloween”.
El nombre dado al espíritu que habitaba en “la calabaza” era
“Jock” y al llegar a América cambio a “Jack”, quien vive dentro
de la linterna (formada por calabaza con luz o una vela).
ORIGEN DEL DÍA DE MUERTOS Y LA OFRENDA
El Día de Muertos se celebra en México desde mucho antes de
la conquista española, de hecho, tiene más de 3 mil años de an-
tigüedad. Los antiguos habitantes del México precolombino en
Mesoamérica: aztecas, mayas, purépechas, nahuas y totonacas,
tenían entre sus rituales dos fiestas: la pequeña y la grande, que
durante la época de la Colonia se fusionaron con la cultura y
la religión católica. En el México prehispánico, tras las guerras
entre pueblos, era una tradición conservar los cráneos de los
enemigos como trofeos para mostrarlos en rituales que se rela-
cionaban con la muerte y el renacimiento. Estas celebraciones
eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl , conocida como
la ‘Dama de la muerte’, y esposa de Mictlantecuhtli, Señor del
Mictlán o ‘tierra de los muertos’.
La fiesta pequeña, iniciaba 20 días antes que la fiesta grande, la prime-
ra era dedicada a los niños y la segunda a los adultos, como ahora, que
se acostumbra que el 1º de noviembre sea dedicado a los niños difuntos
y el 2 a los adultos. El inicio de la celebración de los muertos adultos
o fiesta grande se hizo coincidir con la festividad católica de los fieles
difuntos. El Día de Todos los Santos quedaba incluido dentro de los 20
días anteriores a la fiesta grande donde se encontraban las fiestas de los
muertos pequeños. Esta tradición se adaptó y logró mantenerse viva
bajo el yugo español, a pesar de la evangelización. Aprovechando el in-
terés que los españoles tenían en manipular las fiestas de los indígenas
para convertirlos al catolicismo, los mexicanos se adecuaron y logra-
ron que las festividades de muertos no fueran tomadas como paganas.
Se cree que durante esos dos días los muertos regresan a casa y degus-
tan los alimentos colocados en la ofrenda. Como una manera de guiar
su camino, el altar se acompaña de flores de cempasúchil. Para com-
plementar esta tradición, las personas comparten calaveras de azúcar o
chocolate y escriben las llamadas calaveritas, que consisten en epitafios
humorísticos dedicados a algún amigo, familiar o personaje público.
• Taller de calaveritas de azúcar en Casa Michoacán, Chicago.
FOTO: Raquel Viramontes.
• Celebrar el Día de Muertos es una tradición 100% mexicana, su magia,
rituales y tradiciones son tan particulares que la UNESCO lo ha decla-
rado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Y nada tiene que
ver con el Halloween estadounidense, que es de origen Celta.