VOCES Edición Impresa (Nov 15, 2019) | Page 3

VENTANA A LOS NEGOCIOS MALOS HÁBITOS EN EL TRABAJO Carlos M. Doria COLUMNISTA LA SEMANA PASADA NOS REFERIMOS A LOS HÁBITOS EN GENERAL, SU CLASIFICACIÓN Y DIMENSIONES EN SU APLICACIÓN DIARIA. HOY HAREMOS ÉNFASIS EN LOS SIETE MALOS HÁBITOS QUE CON MÁS FRECUENCIA OCURREN EN LAS EMPRESAS HISPANAS Y CÓMO PUEDEN AFECTAR NUESTRO CAMPO DE ACCIÓN LABORAL. 1. No planificar oportunamente. Por muy simple o complicado que sea nues- tro trabajo, siempre debemos planearlo con el tiempo suficiente para que no produzca estrés. Es costumbre generalizada dejarlo todo para última hora y ese comportamiento genera angustia laboral. Nos cuesta administrar de manera más efectiva nuestros tiempos y movimientos. C C O L U M N I S TA S P03 DEL 15 DE NOVIEMBRE AL 28 DE NOVIEMBRE DE 2019 Voces Migrantes @VocesMigrantes vocesmigrantes.us TIEMPO PROPICIO PARA AGRADECER Por: RVS. • CON LA FECHA DE DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS (THANKSGIVING DAY, EN INGLÉS) A LA VUELTA DE LA ESQUINA, PARECIERA EL TIEMPO ADECUADO PARA AGRADECER TODO LO QUE ESTE AÑO NOS HA BRINDADO... 2. Quejarse por todo. Muchos empleados(as) hispanos se quejan permanente- mente por todo. Por el calor si es verano, por el frío si es invierno; se quejan del jefe, de la familia, de sus relaciones, de la vida que llevan. Quejarse de manera continua afecta el entorno de quien lo hace y de quien lo escucha ya que genera molestias. 3. Hablar mal de la Empresa o de sus compañeros. Este mal hábito es el que más afecta el buen clima laboral. Así no esté de acuerdo con procedimientos o normas, no debe hablar mal de esto en público porque lo primero que afecta es su imagen. Los chismes y murmullos de pasillo afectan las sanas relaciones y el ambiente de trabajo. 4. Trabajar con distracciones. Cada vez es más generalizado el uso del celular, tableta o computador personal en la oficina o fuera de ella. Chatear o utilizar las redes sociales en horario productivo afecta los resultados. Sin embargo sobre este punto existe plena conciencia, pero es el más potente distractor laboral. 5. Impuntualidad o inasistencias reiteradas. Es un mal hábito generado desde la indisciplina que caracteriza un proceso de formación. Este quinto hábito está relacionado con el primero. No planificar y ser impuntuales es clara consecuen- cia de la indiciplina en el proceso formativo, no de la escuela, sino de casa. 6. Falta de adaptación. En general es un mal hábito infundado desde el ad- ministrador, gerente o dueño del negocio, quien no elabora, ni mucho menos aplica una matriz de inducción. Son muchos los empleados que comienzan una nueva labor sin recibir una explicación específica sobre sus funciones. Mucho menos sobre el objeto social de esa empresa o negocio. Mientras más adaptado se encuentre un colaborador, más productivo será. 7. No tomar pausas activas. Una pausa activa es la mejor terapia de oxigena- ción que debe recibir un empleado desempeñando su labor. No es perder cinco minutos de su tiempo. Es interrumpir su labor estratégicamente para cargar energías y ser más productivo. Recuerde que sólo unos minutos de recarga re- presentan horas de productividad. Aunque uno debería ser agradecido cada día, la verdad es que con las prisas, la vida acelerada, los horarios conflicti- vos y la monotonía, muy a menudo pocos nos damos a esa tarea de AGRADECER. Sin embargo, estando ya en las últimas semanas de este año, es tiempo ideal para dar gracias y para reflexionar. Agradecer por el incomparable calor de familia que no se supera con nada, por el trabajo que llena nuestros días de diversas emociones, por las oportunidades brindadas, las alegrías compartidas, los retos superados, en fin… Reflexionar sobre las decisiones tomadas, los siguientes pasos para lograr nuestras metas, la disciplina necesaria para alcanzarlas. No cabe duda que cada año nos trae a cada uno cosas bue- nas, y otras no tanto. Pero se dice que cada situación que uno enfrenta no importa lo difícil que parezca en su mo- mento, pudiera ser una bendición disfrazada de tragedia. En otras palabras, pudiera parecer una catástrofe mientras está sucediendo, cuando en realidad nos está preparando para algo definitivamente mejor. Es propicio el momento para agradecer y para disfrutar cada día, cada momento, uno a la vez. Basta ya de amargarse la existencia con re- cuerdos negativos del pasado: nos han hecho más fuertes. • De nada sirve agobiarse pensando en la incertidumbre del futuro, no se puede controlar. Lo mejor es disfrutar el día a día, y aceptarlo como un regalo, pues por eso se llama “EL PRESENTE”.