El mundo mágico de las
novelas de Harry Potter
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es un universo paralelo
al nuestro y contiene
diversos elementos
mágicos análogos a
cosas del mundo no
mágico o muggle. Este
universo mágico tiene
una organización
política para cada
Estado; en el caso del
Reino Unido, donde se
desarrolla la mayor
parte de la acción, la
máxima institución es
el Ministerio de Magia.
Existe un «Estatuto
Internacional del
Secreto» que obliga a
todos los magos y
brujas del mundo a
mantener en secreto la
existencia del mundo
mágico de los muggles.
La capacidad de hacer magia,
según las novelas, es innata más
que aprendida, aunque los jóvenes
magos deben asistir a escuelas con
el fin de dominarla y controlarla.
Esta capacidad es totalmente
hereditaria, aunque existan magos
hijos de muggles (o «sangre sucia»
de forma despectiva) pues estos
siempre debieron tener un
ascendente mago; también es
posible que existan hijos de magos
sin alguna capacidad mágica. A
estos últimos se los llama «squibs».