El avance de la tecnología ha permitido estudiar de una mejor manera las distintas formas de la superficie y así representar las diversas características del planeta. El ser humano utiliza distintos sistemas matemáticos denominados proyecciones, que son redes de meridianos y paralelos dibujadas sobre una superficie plana, para intentar trasladar una realidad esférica a una superficie plana. Simultáneamente esa realidad esférica es estudiada por la Geodesia, que se encarga de representar en grandes extensiones la forma y el levantamiento de la superficie de la Tierra.
El gran problema que se nos presenta en la elaboración de nuestros proyectos es que el planeta está en constante movimiento debido a la acción de las placas tectónicas, además que existen muchos tipos de modelados terrestres y de agentes geológicos que contribuyen junto con la denudación, la sedimentación, el trasporte, la erosión y la meteorización a modificar el relieve. Es por este motivo que debemos renovar constantemente nuestros mapas, y es allí donde las disciplinas como la Topografía y la Geodesia entran en juego dándonos las herramientas necesarias para tener el conocimiento exacto del terreno que dan los mapas, permitiendo entre las diversas aplicaciones, dar a los ingenieros los cálculos correctos para proyectar diques, carreteras y otras obras con el máximo de economía y seguridad.
Estas aplicaciones ayudarán a dar solución
a nuevos inconvenientes presentados
en el día a día, problemas espaciales,
ambientales y sociales. Para llegar
a este punto donde la resolución de
l problema es el objetivo principal,
es necesario pasar por diferentes
fases en los proyectos presentados.
La primera de ellas es conocimiento
teórico básico para poder analizar la
realidad de la superficie en base al
objetivo a lograr.