A raíz de la entrada de los celtíberos, experimentó un notable desarrollo gracias a las innovaciones técnicas y económicas propias de estos, que se reflejó en un alto rendimiento agrícola, el cual potenció el trueque, haciendo de La Hoya un destacado centro comercial y de organización del territorio.
El poblado es abandonado aproximadamente el siglo III a. de C. por causas desconocidas.